Pocos jugadores en la NHL han demostrado el ascenso en sus capacidades como el que ha evidenciado Jamie Benn. El delantero de los Dallas Stars siempre fue valorado por su talento y su potencial, pero pocos creían que llegaría a convertirse en uno de los delanteros más letales de la liga en los últimos años. Benn es pieza clave en la ofensiva de los Stars y aprovechando el buen momento de Dallas en los playoffs, aquí repasamos un poco de su carrera y lo que viene para el canadiense de sólo 26 años.

Comienzos llenos de expectativas

Como la mayoría de los jugadores de la NHL, Benn dominó la competencia amateur sin mayor oposición. Ya desde un principio se veía que el nativo de Victoria, Brittish Columbia sería un talento especial, pero su posición en el Draft no reflejó aquello. Para suerte de los aficionados de Dallas, los directivos de los Stars vieron algo especial en su juego y lo escogieron en la quinta ronda del Draft de 2007, con la selección n° 129. A esa fecha ya mucho se hablaba de Benn puesto que marcó 42 goles en 53 partidos con los Victoria Grizzlies de la BCHL.

Benn fue asignado a los Kelowna Rockets de la WHL y no demoró en acostumbrarse a un juego más físico e intenso. Terminó su temporada de novato con 65 puntos (33 G y 32 A en 51 partidos) en 2007-08 y fue aún mejor el año siguiente donde acabó con 46 goles y 36 asistencias (82 puntos) en 56 duelos. Ya se veía que la NHL cada vez estaba más cerca, pero antes disputó el Campeonato Mundial Juvenil con Canadá donde acabó con cuatro goles en seis duelos.

El ajuste a la NHL

Benn no tenía nada más que probar en el nivel amateur por lo que dio el gran salto a Dallas en la temporada 2009-10. El delantero logró superar los partidos de pretemporada y arrancó la campaña con el equipo grande donde no decepcionó: 22 goles y 19 asistencias en su año de novato hicieron que toda la NHL se enterase de su talento, y provocó que varios expertos se cuestionasen como duró hasta la quinta ronda del Draft. En ese entonces Benn tenía sólo 21 años, y para colmo terminó el año como figura de los Texas Stars donde participó en la postemporada de la AHL y contribuyó con 14 goles y 12 asistencias en 24 partidos.

Sufrió un par de lesiones en los siguientes dos años pero sus números se mantuvieron consistentes: brilló con luz propia en la campaña 2010-11 donde, a pesar de disputar sólo 69 partidos, acabó con 56 puntos (22 G y 34 A) y en la campaña 2011-12 contribuyó con 63 puntos (26 G y 37 A) en 71 duelos. El lockout que afectó a la liga en 2012 disminuyó el rendimiento de Benn (12 goles y 21 asistencias en 41 juegos) pero él se comprometió a mejorar para el próximo año. Y vaya que lo logró con creces.

Últimos tres años: Un delantero de primerísimo nivel

Benn recibió la capitanía del equipo antes del comienzo de la temporada 2013-14 y en ese momento fue cuando se comenzó a ver una evolución mayor en su juego. Pasó de ser un anotador de gran calidad a un jugador aún más eficiente en el ataque, pero también mostró un liderazgo que no había evidenciado en el pasado.

Benn estaba totalmente determinado a romper la racha de cinco años sin playoffs en Dallas y si bien la temporada no arrancó como esperaban, los Stars se mantuvieron en la lucha por un cupo a la postemporada hasta que lo consiguieron en los últimos días de la campaña. La derrota con los Anaheim Ducks dolió, pero el delantero ya se había consagrado como un delantero letal en la que fue su mejor temporada como profesional (34 goles y 45 asistencias en 81 duelos, además de cuatro goles en los playoffs). Por si fuera poco, Benn deslumbró con la Selección de Canadá en los Juegos Olímpicos de Sochi 2014 donde anotó el gol de la victoria en las semifinales ante Estados Unidos.

Pocos pensarían que lo mejor estaba por venir, pero Benn logró superarse a sí mismo en la temporada 2014-15. A pesar de que Dallas no logró meterse a la postemporada, él y Tyler Seguin formaron una de las duplas más letales en la NHL. Benn, de hecho, se coronó con el Art Ross Trophy gracias a sus 35 goles y 52 asistencias en la campaña. Obtuvo el título en los últimos segundos de la temporada regular cuando una asistencia suya en un gol de Cody Eakin le permitió tener el liderazgo en la carrera por el galardón sobre John Tavares de los New York Islanders.

La presente campaña vio a Benn dar un nuevo salto hacia el estrellato con su mejor año en lo que se refiere a estadísticas hasta la fecha: 41 goles y 48 asistencias (89 puntos) que no fueron suficientes para brindarle su segundo Art Ross Trophy de manera consecutiva, pero que si llevaron a que los Dallas Stars se queden con el mejor récord de la Conferencia Oeste. Viene, además, de sumar 10 puntos en seis partidos ante los Minnesota Wild y todo hace indicar que su presencia será clave si es que Dallas quiere ganar su primera Stanley Cup desde la temporada 1999-2000.

El futuro

¿Qué duda cabe? El futuro de este chico es absolutamente brillante. Es uno de los mejores anotadores de toda la liga, juega en uno de los mejores equipos y, por si fuera poco, se entiende a la perfección con jugadores de la talla de Seguin, Jason Spezza y Patrick Sharp. Benn sigue encontrando formas de superarse a sí mismo, y todo hace indicar que seguirá mejorando en el corto plazo.

Considerando que los jugadores de la NHL no maduran completamente hasta los 30 años, es tremendo pensar lo que puede llegar a ser Benn cuando llegue a su peak de rendimiento. Ya suma 448 puntos (192 G y 256 A) en 508 encuentros de temporada regular, y a este paso no es descabellado pensar que podrá llegar a los 1.000 puntos antes que se retire.

Y por lo demás, así como vienen los Stars, no sería extraño que gane una o dos Stanley Cup en el proceso. Considerando el ascenso meteórico que ha tenido, tal parece que el cielo es el límite para él.