Se cumplieron los pronósticos. Pablo Abián llegó donde el ránking le exigía llegar, y a pesar de mostrar un gran rendimiento frente a un jugador netamente superior a él en el ránking, el bilbilitano se queda con la sensación de que le falta muy poco para dar un salto cualitativo. A poco menos de dos meses para la cita olímpica, Abián continúa con su puesta a punto y lo hace con tremenda humildad y notable esfuerzo diario. Son muchos los kilómetros que está haciendo el español en estos meses, para poder afinar su físico y cabeza de cara a Río de Janeiro, y los premios al trabajo duro llegan con cuentagotas, pero llegan.

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Abián encarna una segunda línea del bádminton mundial de gran calidad, haciendo gala de una notable regularidad. El español no puede, por el momento, imponerse a los mejores del circuito pero está muy cerca. En Sidney, ganó al estonio Raul Must por 21-17 y 21-13, lo que le catapultó a los octavos de final. Allí, enfrentándose al undécimo mejor jugador del ránking, Abián hizo su mejor bádminton pero no fue suficiente para ganar.

El español llegó a dominar la primera manga por cinco puntos de diferencia, pero el veterano Hu Yun puso en marcha su motor diésel, y tirando de experiencia dio la vuelta al marcador. Se adjudicó el primer set pero eso no fue óbice para que el aragonés siguiera batallando, y forzara el set definitivo. Allí, flaqueó físicamente al no poder aguantar el ritmo impuesto por el veterano de Hong Kong.

El torneo de Madrid se disputará en el Centro Deportivo Municipal Marqués de SamaranchEl español ha de ver el vaso medio lleno, siendo consciente de que ha luchado de poder a poder con un jugador que ronda el top-10, y percibiendo como posible unos octavos de final en Río de Janeiro, gran objetivo del de Calatayud. El siguiente paso en la preparación olímpica, será viajar a la disputa del Internacional de Madrid, donde defiende título y parte como máximo favorito.