La profunda regeneración que se está viviendo en el voleibol español tiene su prueba de fuego en un trepidanete mes de septiembre. Los Preeuropeos que habrán de afrontar tanto la selección masculina como la femenina supondrán el éxito o el fracaso de un proyecto aún en ciernes pero que se antoja realmente ambicioso.

En el caso de las féminas, se vieron encuadradas en un grupo realmente complejo en el Preeuropeo, competición que puede dar el acceso al Campeonato de Europa 2017. Se verán las caras con Bélgica, Francia y Bosnia-Herzegovina, siendo las belgas máximas favoritas al haber cosechado el bronce en el Europeo 2013. La primera fase se celebrará en Francia del 16 al 18 de septiembre, mientras que la segunda la acogerá Bélgica entre el 22 y 25 del mismo mes.

Para llegar con las mejores sensaciones posibles a esta cita, el combinado nacional se desplazó a Bulgaria en pos de jugar un exigente bilateral ante la selección de dicho país. Fueron tres partidos realmente útiles para diagnosticar el momento de juego de un combinado ilusionante pero al que parece faltarle algo de rodaje.

Segura y Collar fueron las jugadoras más destacas en el bilateral

Los dos primeros partidos se saldaron con victoria para las búlgaras, especialmente contundente en el segundo duelo donde las hispanas solo pudieron competir de tú a tú en el primer set. Sin embargo, en el último enfrentamiento del bilateral, las chicas de Pascual Saurín se alzaron con la victoria en cinco sets (20-25, 26-24, 25-21, 19-25 , 15-9), demostrando que están en el buen camino y que lo único de lo que requieren es de ritmo de competición y asumir automatismos en pista. La preparación de las españolas continuará en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat del Vallés y antes de emprender el viaje a Francia para la primera fase del Preeuroepo, se espera que disputen otro bilateral.