El momento de la verdad es ahora. España ante una oportunidad única para proclamarse campeona de Europa en su propia casa, y obtener así la oportunidad de seguir optando a ser de la partida en la cita mundialista. Es ese el objetivo ineludible de unas chicas que llevan años trabajando a destajo en aras de demostrar su talento, y revalorizar el rugby femenino. La presencia del equipo del seven en los Juegos Olímpicos, supuso la fiel prueba de que las cosas se están haciendo bien, y Madrid puede ser testigo de la guinda al pastel.

En un torneo constituido por seis equipos, el margen de error es mínimo. El rival más duro del grupo es la República Checa, por lo que la victoria ante Bélgica era ineludible, y cuanto más abultada fuera mejor. Pareció tenerlo claro la selección nacional, que salió a por todas desde el principio y encarriló el partido en apenas unos minutos.

Tanto es así que el marcador al descanso era de 56-0, debido a una orgía de puntos comenzada por Barbará Plá. Las que continuaron la fiesta fueron Patricia García, Amaia Erbina, Iera Echebarría, Marina Bravo, Vanesa Rial e Isabel Rico, merced a una circulación del oval realmente veloz y precisa, que tuvo continuidad en la segunda parte. Y es que España no bajó demasiado el pistón, y sacaron las vergüenzas de una selección belga muy inferior tanto en estático como en juego abierto.

España se enfrentará a la República Checa el domingo a las 13:30

Esta victoria es realmente importante para la selección española, que tendrá la piedra de toque definitiva en la República Checa. Un triunfo en ese partido catapultaría a España a la gran final del evento, y le situaría a tan solo un partido de lograr el objetivo. Si las españolas juegan al nivel al que lo hicieron contra Bélgica, todo indica que caerá la segunda victoria del torneo.