La lucha contra el dopaje es más intensa que nunca. La innovación en los métodos empleados por los tramposos para elevar su rendimiento cada vez son más refinados, y esto obliga a invertir gran cantidad de dinero y esfuerzo en desarrollar técnicas que permitan localizar cualquier sustancia. Parece que en esta carrera, el dopaje lleva años yendo por delante de los métodos antidoping, aunque esa brecha se está estrechando gracias a la frenética actividad de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).

En su informe de 2015, la AMA pone de manifiesto un aumento del 7,1% en el número de controles realizados, sumando un total de 303.369, de los cuales 3.809 tuvieron resultados anómalos. "Es interesante constatar el aumento del número de muestras analizadas aumentó, así como el número de resultados anormales", señaló Craig Reedie, presidente de la AMA.

La entrada en vigor del Código Mundial Antidopaje parece haber supuesto un mayor compromiso de todas las instituciones, al apreciarse un significativo aumento en las muestras de análisis de sangre realizadas, pasando de las 13.553 de 2014, a las 21.176 muestras en 2015. Una de las mejores noticias es el " aumento significativo en los controles para las sustancias más difíciles de detectar, como hormonas de crecimiento (GH), factores de hormona del crecimiento (GHRF) y agentes estimulantes de la eritropoyesis de liberación (ESA)", según facilitaba el informe.

El fútbol (32.362), el atletismo (30 308) y el ciclismo (22.652) son los deportes más controlados, con un índice de positivos del 0,5% (160), 0,9% (265) y 1,1% (244), respectivamente. Entre las disciplinas que muestran los índices más altos de controles adversos están la halterofilia (2,7% de 10.262 muestras analizadas) y el boxeo (1,8% de 4.842 muestras), pero también el golf (2,4% de 410 muestras) y la equitación (2,1% de 419 muestras). Las cifras se disparan en el caso de deportes no olímpicos como el fútbol americano, 4% de 677 muestras, y el culturismo, 15% en 1.787 muestras.

"Todos los resultados están sujetos al proceso de gestión dirigido por las organizaciones antidopaje y este proceso incluye contrastar los resultados y las autorizaciones habituales para fines terapéuticos (AUT), y los estudios longitudinales, que pueden desembocar en la ausencia de sanciones", señaló la AMA, matizando estos resultados e incidiendo en la necesidad de entender que el número de positivos no es el mismo que el de atletas dopados, ya que se pueden dar varios positivos por deportista.