El Naturhouse La Rioja logró una importante victoria ante su afición, tras cuatro encuentros sin sumar los dos puntos, al derrotar por siete goles de diferencia a un Helvetia Anaitasuna que llegaba a Logroño en el mejor momento de la temporada. Los de Jota González supieron aguantar la reacción navarra en el segundo periodo para acabar decantando el duelo en los últimos 10 minutos.

Con esta victoria el combinado franjivino se sitúa a cinco puntos de un ABANCA Ademar León que a punto estuvo de dar la sorpresa ante el FCB Lassa, para acabar cediendo por un ajustado 27-28. Por su parte los de Juanto Apezetxea se mantienen en el quinto puesto, aunque a tan solo un punto del Liberbank Ciudad Encantada tras la victoria de los conquenses en Santander.

Igualado comienzo

Conscientes de la trascendencia del choque entre dos conjuntos que acostumbran a ofrecer un buen espectáculo cuando se enfrentan, los contendientes saltaron al 40x20 de Logroño dispuestos a hacerse con el triunfo. Haniel Langaro fue el encargado de abrir el marcador para los riojanos, pero su compatriota Oswaldo Dos Santos (máximo goleador visitante con siete tantos) empató en la siguiente jugada. De esta forma, se dio paso a unos minutos de gran igualdad en que ninguno lograba distanciarse por más de un gol, hasta que una parada de Henrik Nordlander permitió que Carlos Chocarro pusiera el 5-7, a los 10 minutos de juego.

El Naturhouse no estaba dispuesto a dejar que los navarros se alejaran y aprovechando la exclusión de Filipe Dias y el acierto de Langaro lograron poner las tablas, para a continuación hacer el 9-8 con un gol de Ángel Fernández. Así, tras haber perdido la ventaja de la que disponían, los hombres del Helvetia Anaitasuna trataron de volver a tomar la iniciativa en el partido, pero los tantos de Albert Rocas y Ángel Fernández lo evitaron.

Cuando restaban poco más de 10 minutos para la conclusión del primer acto Víctor Vigo puso el 14-12 en el electrónico, por lo que Juanto Apezetxea pidió tiempo muerto para tratar de dar la vuelta al resultado. Sin embargo la diferencia lejos de reducirse iba a aumentar en el tramo final de la primera parte, ante un Anaitasuna algo atascado en ataque y que se topaba con Richard Kappelin. Un nuevo tanto de Langaro (el cuarto del carioca) puso el 19-14 cerrando un parcial de 3-0, pero Jokin Jiménez aún tuvo tiempo de hacer el 19-15 en la última acción antes del descanso.

Langaro durante una acción del encuentro. Foto: CBC Logroño.
Langaro durante una acción del encuentro. Foto: CBC Logroño.

Alternativas para ambos

Tras la reanudación el Naturhouse salió dispuesto a aumentar la brecha aprovechando el bajón visitante en ataque, y Albert Rocas puso el 20-15. Sin embargo una exclusión de Carlos Molina permitió a Anaitasuna acercarse hasta los tres goles por mediación de Antonio Bazán. El conjunto riojano comenzaba a estar atascado en la faceta ofensiva y perdía balones con demasiada facilidad, lo cual supieron aprovechar los navarros para lograr el 21-19. Entonces, cuando peor estaba el cuadro local, dos intervenciones de Kappelin permitieron que Ángel Fernández y Miguel Sánchez-Migallón devolvieran la renta a los cuatro tantos.

Así, con el resultado de 23-19, el técnico del Helvetia Anaitasuna volvió a pedir tiempo muerto, lo cual hizo reaccionar a los suyos. Los problemas del Naturhouse en ataque continuaban y el equipo navarro anotaba con facilidad, por lo que Jota González paró de nuevo el partido. Sin embargo el cuadro franjivino no conseguía ver portería y Antonio Bazán puso por delante a los suyos, 24-25, ante un Naturhouse que parecía desinflarse. Entonces, los goles de Garabaya y Langaro y un penalti detenido por Gurutz Aginagalde dieron alas a los locales, para afrontar unos 10 últimos minutos a los que se llegó con empate a 26.

Ángel Fernández fue el encargado de volver a poner por delante a los franjivino con un tanto desde los 7 metros, antes de que las intervenciones de un inspirado Kappelin  acompañadas del acierto ofensivo, pusieran el 30-26 a falta de tan solo 4 minutos. Apezetxea llamó a filas a sus jugadores para tratar de revertir la situación, pero los locales no se dejaron sorprender y aprovecharon las pérdidas de un Anaitasuna que atacaba sin portero para lograr el 34-27 definitivo, en un encuentro mucho más disputado de lo que muestra el marcador.