La badalonesa sigue encontrando en la celebración de cada campeonato la excusa perfecta para continuar cosechando éxitos. Esta vez le tocaba el turno a la larga distancia, una especialidad en la que la nadadora se siente como pez en el agua, literalmente. La piscina Josep Vallés del CE Mediterrani de Barcelona fue testigo de la supremacía más que evidente que la olímpica mostró con motivo de la celebración de la Copa Catalana Fons Open.

La cuádruple medallista olímpica llegaba a esta cita con ganas de manifestar su desmedida capacidad aeróbica y lo evidenció al lograr nadar por debajo del récord nacional de 5000 metros que ella misma poseía, con un registro de 55.39.27 rebajaba su anterior marca, 55.41.37 lograda en el 2014 en la piscina de 50 metros de Mataró. El paso por el ecuador de la prueba, más rápido que el pase de su récord anterior, auguraba lo que se convertiría rápidamente en la crónica de una “muerte” anunciada.

A pesar de que la hazaña se produjese el pasado sábado, hemos tenido que esperar hasta el día de hoy para que la RFEN diese el visto bueno a la nueva cosecha que lograba la atleta.

En cuanto al equipo masculino, el también olímpico Antonio Arroyo se alzaba con la victoria con un tiempo total de 53:14.91. Por detrás llegaban Marcos Rodríguez  y Albert Escrits con un tiempo de 53:24.26 y 54:05.54 respectivamente.

Mireia ha demostrado, una vez más, que sus triunfos no son fruto del azar sino del esfuerzo y la constancia que siempre han representado a la atleta. Prolonga de este modo los resultados favorables que lleva logrando desde el pasado Open de Primavera; resultados que no son más que una advertencia de lo que puede llegar a conquistar en su próxima cita que ocupa un lugar primordial en su mente, los Campeonatos del Mundo FINA de este verano en Budapest.