Al igual que sucedía ante Kazajistán, España tenía mucho más que perder que ganar ante los nipones. Sobre el papel eran superiores, y así lo han demostrado en la Alfréd Hajós de Budapest. Después de que en el pasado Mundial no estuviesen presentes, los chicos de David Martín cierran su participación en novena posición.

Japón impuso su ritmo

El inicio del choque estuvo marcado por la actuación de los guardametas Pepe Motos y Katsuyuki Tanamura, que interceptaron todo lo que les llegó a sus respectivas porterías.

Seiya Adachi abría el marcador con un gran tanto y Albert Español a los pocos segundos lo empataría de penalti. Al final del cuarto, Takuma Yoshida pondría de nuevo por delante a su selección.

El estilo de juego de los japoneses hacía que el choque fuera muy rápido a la vez que alocado. Para el espectador neutral, una delicia, pero para los jugadores que se enfrentan a ellos es una tortura.

Un parcial de dos tantos a cero (Albert Español y Víctor Gutiérrez) daba por primera vez ventaja para España. Pero Mitsuaki Shiga ponía las tablas de la forma en la que ellos más disfrutan, nadando al contraataque. Con este ritmo tan alto, los goles se sucedían. En este cuarto anotaron Albert Español de penalti, Blai Mallarach dos veces y Roger Tahull para España. Por el lado nipón fueron Mitsuaki Shiga en dos ocasiones y Seiya Adachi de penalti los que marcaron. Al descanso largo se llegó con un resultado de 6-7 para España.

Sangría goleadora

El ritmo no paraba y tras la reanudación los tantos seguían cayendo en el marcador, pero los pupilos de David Martín lograban mantener en todo momento un margen de tranquilidad en el luminoso. Empezaría marcando Víctor Gutiérrez, pero Keigo Okawa respondía en seguida. Continuaba la exhibición anotadora y se llegaba al final del tercer cuarto con 9-11 para los nuestros.

Roger Tahull lograría poner por primera vez a España con tres tantos de diferencia. Un penalti lanzado por Seiya Adachi recortaba las distancias, pero España no vería peligrar el partido en ningún momento. 

A partir de ahora ya sólo queda pensar en los siguientes retos y confiar en el proyecto de David Martín. Este es un bloque nuevo muy joven y todo aprendizaje en un gran torneo como es un Mundial, es bueno para que sigan creciendo.