Ryan Lochte, el seis veces campeón olímpico, vuelve a la alta competición tras diez meses de suspensión que le han impedido participar en eventos como el recientemente finalizado Mundial de Budapest.

El Comité Olímpico Estadounidense decidió sancionarlo por el escándalo que protagonizó en los Juego Olímpicos de Río junto con sus tres compañeros: Gunnar Bentz, Jack Conger y James Feigen. A su regreso a la villa olímpica, alegaron haber sido asaltados a punta de pistola por un falso policía, algo que contradecían las cámaras de seguridad. En esos Juegos, Lochte se hizo con su último metal, al proclamarse campeón en el relevo 4x200 masculino.

Ryan pasó por una depresión después de que se confirmara su sanción, incluso llegándose a plantear el suicidio. Pero decidió fijarse nuevos objetivos, más concretamente, en lo que a natación se refiere, estar en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que serían su quinta participación es esta competición y para cuando ya tendrá 36 años.

La sanción finalizaba el 30 de junio, por lo que pudo participar en el US Open que se disputó en Nueva York a principios de agosto. Terminó en quinta posición en los 100 metros espalda, con un crono de 55”16, lejos de su plusmarca. Además, participó en los 200 metros estilos, consiguiendo la primera posición y un nuevo récord en dicha competición, que rebajaba el previamente logrado por Michael Phelps a un tiempo de 1:59.24

Sin embargo, esta no ha sido la única prueba en la que ha participado el nadador estadounidense este año. Anteriormente, ya se las había arreglado para poder tomar parte en competiciones no incluidas en la sanción, como el Masters Spring Nationals, donde también disputó los 200 medley o estilos.

Ryan Lochte ya ha dado los primeros pasos para alcanzar su meta de estar en los próximos Juegos, y así ampliar el número de metales cosechados en esta competición que, por ahora, está en once. El balance del nadador en cuanto a los resultados obtenidos y con vistas a tres años, no son negativos. Tras su quinta posición en la prueba de espalda comentó que “era un buen punto de partida” y que era lo que quería hacer: “competir además de entrenar”. A pesar de que, como el mismo ha declarado, no le dedicará mucho tiempo a la natación tan solo entrando un par de veces por semana, y centrándose en su familia y la reciente llegada de su hijo.