Faltan pocos días  (24) para que de comienzo la nueva temporada de la NFL. El Kickoff , el 8 de septiembre con los Patriots recibiendo a los Chiefs en el Gillette Stadium, será el partido que descorche el inicio de los touchdowns, sacks, fumbles y otras perlas del fútbol americano.

Hasta ahora los partidos de pretemporada han sido un calentamiento, una manera de ir preparando al equipo –y jugadores- para lo que realmente importa: la Super Bowl.

Para optar al trofeo primero es necesario llegar a los playoffs y eso se hace ganando partidos. Tu equipo tampoco va a poder ganar todos, salvo sea el de los Dolphins de Don Shula o los Patriots en 2007, pero teniendo en cuenta que la temporada son tan solo 16 partidos el margen de error es bastante pequeño.

Por ello, hacemos una retrospectiva para preguntarnos, cómo de importante es ganar el primer partido. ¿Es determinante? ¿Afecta en algún modo a la temporada?

Con una derrota (0-1)

De las últimas 20 temporadas de la NFL, 82 equipos han ganado al menos 12 partidos en una temporada (algo que garantiza ir a los playoff), siendo el primer partido el más común de todos en el que han cosechado una derrota.

Debe ser todo un consuelo para los seguidores cuyos equipos no logren una victoria en su primer partido.

Como favorito

Ganar la Super Bowl no te garantiza nada, bueno sí: ser el favorito la temporada siguiente. Aunque desde 2005 ningún equipo ha ganado dos títulos seguidos (Patriots en 2004 y 2005, Broncos en 1998 y 1999) y los Seahawks casi consiguen esta hazaña en 2015.

Jugar con la etiqueta de favoritos no suele ser algo que beneficie mucho al equipo, al menos no según las estadísticas. Desde que se incluyera el actual formato del partido del Kickoff- con el ganador de la Super Bowl como anfitrión del primer partido de la temporada- los partidos han estado 8-4 en esos partidos. Es decir, un dato positivo para los Patriots esta temporada. No obstante, y he aquí lo alarmante, hay una serie de patrón que se repite con estos equipos:

  1. Los Patriots en 2005 tras ganar su primer partido, perdieron cuatro de los próximos siete.
  2. Los Steelers en 2006 y tras vencer a Miami en el kickoff, perdieron después tres seguidos. Además, en 2009, tras empezar 1-0, acumularon dos derrotas también seguidas.
  3. En 2010, los Saints tras ganar en el kickoff a los Vikings, perderían tres de sus seis siguientes partidos.

Obviamente son solo estadísticas y hay algunas excepciones, los Packers en 2011 que no perderían hasta el decimoquinto partido, sin embargo ofrece poca confianza a los seguidores supersticiosos ya que, ¿qué es mejor? ¿Empezar ganando o perdiendo?

¿Se puede remontar un 0-2?

Dos derrotas seguidas puede minar bastante la moral incluso puede que empiecen a correr riesgo algunos puestos, pero ir 0-2 en la temporada no tiene por qué ser determinante.

Es el caso de los Dallas Cowboys de 1993 que tras ganar la edición anterior la Super Bowl, se vieron con dos derrotas nada más empezar la liga. Parte de esa culpa fue debido a que su runningback estrella Emmit Smith no pudo jugar por problemas con su contrato. Tras solventarse, y con su regreso, los Dallas acabaron 12-4 asegurándose una plaza en los playoffs. No solo eso, sino que acabarían ganando su segundo título consecutivo con Smith como MVP de la Super Bowl y de la liga.

Este ejemplo demuestra que perder los dos primeros partidos no significa no acabar bien la temporada, pero no significa que sea fácil. Es una hazaña de equipos con jugadores estrella, es evidente que si los LA Rams empiezan perdiendo sus dos primeros partidos, ya pueden recoger sus sueños porque estadísticamente hablando, desde 2002 solo un 11.3% de los equipos que han empezado 0-2 han acabado en playoffs.

¿Y un 0-3?

Si ya era difícil con tan solo dos derrotas, con tres se puede imaginar uno como debe de ser. Para hacerse una idea, desde 1980 ha habido un total de 164 equipos en empezar de esta manera, con tan solo cinco de ellos consiguiendo llegar a los playoffs. Eso es un 3%, nada esperanzador.

Las críticas como incentivo

Se han analizado diferentes posibilidades de empezar  una temporada, pero, ¿Y de acabarla?  La magia de la NFL puede llegar a ser suficientemente utópica como desconcertante en ocasiones.

En 2014 y tras un récord de 2-2 (con una humillante derrota de 41-14 frente a los Chiefs) los Patriots, sobre todo Belichick y Brady se enfrentaron a fuertes críticas por parte de los medios que sugerían que era el final de la era de los de New England. Es más, algunos todavía recuerdan como en la rueda de prensa Bill Belichick tuvo que enfrentarse a preguntas tan hirientes como: "¿La posición del Qb debería ser evaluada?". Pero, el orgullo de Brady y los suyos, con las críticas como su gasolina, les llevó a ganar la Super Bowl XLIX. 

Con esto queda claro que nada queda claro. Suena a cliché pero lo importante en  la NFL no es como empieza sino como acaba. Puede resultar difícil a veces salir de la rutina tras tantas derrotas, pero es trabajo de los equipos y jugadores más grandes en demostrar lo que valen y asombrar, una vez más, a los seguidores de la NFL.