Todo se puede desmoronar en un partido. Las previsiones y todo lo estudiado se va en dos horas. No hay que sobrerreaccionar, eso sí. Pero lo mismo que veíamos a unos Texans muertos hace tres semanas y a unos Titans poderosos, hoy hemos visto todo lo contrario. Desde el primer momento los Texans llevaron la manija del partido. El planteamiento y la puesta en escena de Bill O'Brien se vio desde el primer minuto. Además en un enfrentamiento divisional como este la victoria valía por dos. Después de que la semana contra los Patriots la dinámica de los tejanos parecía ir en marcha. Todo lo contrario en los Titans que iban a trompicones.

Ya desde la primera secuencia del partido se vio que los Texans estaban enchufados. Dominaron a la línea ofensiva de los Titans. Dejando en seco a la carrera y facilitando el trabajo a su secundaria. Y en apenas dos jugadas consiguieron interceptar a Mariota. Su ataque puso el 7-0. De ahí en adelante la tónica sería exactamente la misma durante la mayor del partido: los Texans atacando sin ningún problema y los Titans impotentes ante lo que hacían el primer cuarto acabo con un rotundo 21-0.

Foto: Sport Illustrated
Foto: Sport Illustrated

El segundo cuarto siguió otra tónica. Como un oasis. Llegaba cuando hacía falta. Los Titans anotaron dos touchdown para colocar 14 puntos en su casillero. Dos carreras de Mariota les valieron. Era el único que estaba en el campo. Y a medio gas, apático y agotado con la marcha de los minutos. Solo contestaron los Texans con tres. Un 14-24 que dejaba otro partido. Pero en ese preciso instante los Texans añadieron seis puntos antes del descanso. Los Titans intentaron reaccionar y Mariota lanzó su segunda intercepción. Acto seguido Watson intentó rematarlo e hizo lo propio. Una pequeña locura antes de llegar al descanso. Venía en el mejor momento para los Texans, podían templar la situación. Y llegó en el peor momento para los Titans ya que todo lo andado tenía que pararse.

Sin Mariota la vida se ve de otra manera

La segunda parte no pinto otro escenario distinto al del primera cuarto. Ya el partido estaba decidido y fue el momento de lucimiento de Watt y Watson. El novato le ganó la partida a Mariota en esta ocasión. El partido fue una demostración de fuerza y de planteamiento de los tejanos. Incluso les dio tiempo para romper el récord de puntos de la franquicia: 57. No hubo más historia. A los Texans les dio tiempo hasta para que descansaran sus estrellas. A excepción de la lesión de Mariota. La lesión en el tendón de la corva le sacó del partido y es duda para la semana próxima e incluso el resto del año. Con la tónica irregular de estos Titans no es la mejor noticia. Todo puede dar la vuelta en horas. Pero los contextos determinan. El de los Texans alimenta un optimismo sosegado y un futuro. El de los Titans que necesitan cosas que pulir para no perder en estos duelos divisionales.