El juego encargado de cerrar las actividades de la semana cinco fue el duelo de la división norte de la Conferencia Nacional entre Vikings y Chicago. Ambos conjuntos necesitaban urgentemente una victoria, el visitante para desempatar su récord de 2-2 y el local para terminar con la racha perdedora  que mantienen, ya que solo han podido ganar un partido.

Primera mitad de escasos puntos

Los problemas por los que atraviesan las ofensas de Minnesota y Chicago quedaron reflejados en la primera mitad, pues fue casi imposible que consiguieran un touchdown. Corrían los últimos minutos del Primer Cuarto y finalmente desapareció el cero del marcador gracias a un safety. Sam Bradford fue capturado en su zona de anotación por Leonard Floyd y así aparecieron los primeros dos puntos.

La respuesta de Vikings fue un gol de campo después de la pausa de los dos minutos, el cual se generó gracias a un fumble provocado por la defensa. Estuvieron a solo 10 yardas de la zona de anotación, sin embargo el buen trabajo que realizó la secundaria de los Bears les impidió luchar por los siete puntos.

La reivindicación

El equipo visitante comenzó totalmente diferente el complemento del partido, pues su quarterback titular, Bradford, tuvo que ser sustituido y en su lugar fue asignado Case Keenum, quien comenzó de manera exitosa su participación con un touchdown en manos de Kyle Rudolph.

En su lugar, Chicago hizo un importante engaño cuando se disponían a despejar el balón. Pat O’Donnell hizo un pase preciso a Cunningham, quien se encontraba solo y pudo terminar en zona de anotación.  Por su parte, Minnesota respondió con una sorprendente jugada terrestre de McKinnon, en la cual recorrió 58 yardas.

El último cuarto cambió todo el panorama que habían mostrado ambos conjuntos. Finalmente, Chicago pudo reivindicarse y empatar el encuentro después de anotar y realizar la conversión por dos puntos. El juego estaba empatado 17-17 hasta que llegó la intercepción de Minnesota que les dio la victoria por tres puntos.