Saltó el equipo local con ganas de lavar su imagen después de la inesperada derrota en Bordils y ofrecer a su afición una victoria que a la vez sirviera como homenaje a su compañero Julián Granados, pendiente de pasar por quirófano.

En el encuentro que presenció el Quijote Arena, se encontraban dos equipos con trayectorias muy distintas en este comienzo de temporada. Por un lado el BM Alarcos, que tras cinco jornadas había conseguido tan solo 1 victoria, por otro lado el Amenabar ZKE llegaba con ganas de prolongar su buena racha tras cosechar dos victorias consecutivas.

Ventaja local

Comenzaron los dos equipos bastante acelerados. Unos por intentar encarrilar el partido cuanto antes, otros para aprovechar el comienzo errático de los locales en este comienzo de temporada. Una temprana exclusión, a los 30 segundos de partido, por parte del Amenabar ZKE hizo que el BM Alarcos se tranquilizase en ataque, haciéndolo más fluido, finalizando por los extremos.

Con un Alarcos inspirado en ataque, al técnico visitante no lo quedó más remedio que pedir un tiempo muerto a los 4 minutos, con 3-0 en el marcador, que no serviría de mucho ya que los locales seguían a lo suyo gracias a una gran defensa en 6-0 con Juan Lumbreras y Jota Serrano como pilares fundamentales. La primera parte terminó 16-8.

Ventaja insalvable

La segunda parte comenzó con un Alarcos relajado, lo que supo aprovechar Amenabar con un parcial de 0-3. A partir de ahí los locales mejoraron en defensa, frenando en seco las opciones de acercamiento de los visitantes, aunque seguían muy espesos en ataque con varias pérdidas de balón y lanzamientos bastante blandos llegando a estar hasta 7 minutos sin meter un gol. Aunque Amenabar no supo aprovecharlo, nunca se acercaron más de 7 goles, ventaja que se quedaría hasta final del partido.

En el minuto 26 el meta Fran Revuelta, el mejor del partido con 18 paradas, 10 de ellas en la primera parte, fue sustituido llevándose la ovación del público del Quijote Arena.

El partido finalizó 28-21. El BM Alarcos se llevó la victoria en su feudo sin dar oportunidad a su rival, aunque le queda mucho por mejorar en ataque. Una trabajada victoria fraguada en su fuerte defensa 6-0 y apoyada en una gran portería.

Amenabar no tuvo opciones, se mostró como un equipo débil y predecible en ataque y muy blando en defensa.