A principios de temporada uno de tantos casos que se presentan en la NFL le tocó a los Dallas Cowboys, el runningback estrella del equipo era acusado por violencia doméstica.

Ante ello se determinó la sanción de seis partidos al corredor, pero no fueron aplicados por una apelación que se realizó justo antes del primer partido de la temporada frente a los New York Giants.

El 30 de octubre, por segunda ocasión, se tomó la decisión de rechazar la solicitud presentada por el sindicato de jugadores e imponer el castigo que se le había concedido a Elliott, que por su parte, tendrá un plazo de 24 horas para apelar dicha decisión.

Es así como Katherine Polk, jueza federal, impide jugar el próximo domingo al runningback de los Cowboys, que estarán enfrentando a los Kansas City Chiefs.

Además de dicho juego, Zeke también se perdería los juegos contra a los Atlanta Falcons, el duelo divisional frente a los Philadelphia Eagles, el acción de gracias contra Los Angeles Chargers, y los dos duelos divisionales frente a Washington Redskins y New York Giants, es decir, hasta la semana 15 cuando visiten a los Oakland Raiders, Elliott no podría jugar.

Apenas el domingo pasado, Ezekiel tuvo un buen partido al acarrear el ovoide en 33 ocasiones, para conseguir 150 yardas y dos touchdowns; mientras que en la campaña ha realizado 164 acarreos, 690 yardas y cinco anotaciones. Además por la vía aérea ha logrado 19 recepciones, 210 yardas y dos touchdowns.

En caso de concretarse oficialmente la suspensión, que tarde o temprano tiene que cumplir Elliott, los Cowboys tendrán que buscar una solución temporal al juego terrestre, ya que Ezekiel carga con gran responsabilidad en la ofensiva de Dallas y es uno de los elementos claves para las series ofensivas de Dak Prescott, sobre todo, porque los Cowboys están teniendo un repunte y en estos momentos están con marca de cuatro ganados y tres perdidos, cerca de la zona de playoffs.