Los Houston Texans visitaban a Los Angeles Rams en un partido que se presuponía desigualado, sobre todo por las bajas de los visitantes (Desahun Watson, JJ Watt, Whitney Mercilus) y por la explosividad del ataque de los Rams, con un Todd Gurley a un nivel estratosférico.

Sin embargo, los Houston Texans entraron bien al partido. La defensa logró neutralizar a una de las mejores ofensivas del año durante toda la primera mitad, con un buen Jadeveon Clowney y un front seven metiendo mucha presión a Jared Goff. El equipo angelino no era capaz de mantener sus series ofensivas y Todd Gurley, su principal arma este año, estaba siendo completamente neutralizado.

En ataque, los Texans movieron bien las cadenas durante todo el primer periodo. Tom Savage conectaba bien con sus receptores, incluido un touchdown de Bruce Ellington que les ponía por delante. Pero una intercepción de Mark Barron al propio Savage cuando Houston se hallaba en la red zone hacía suponer lo que ocurriría en la segunda parte.

Los turnovers para los Texans y los touchdowns para los Rams

La segunda mitad cambió por completo. El ataque de los Rams encontró finalmente su hueco en el partido mientras que el de Houston se desinfló por completo.

Jared Goff comenzó a dar un show de pases para Robert Woods y Sammy Watkins, y con dos touchdowns del primero y uno del segundo los Rams cerraron el partido. Dos fumbles y dos intercepciones son el pobre balance de Tom Savage, que pagó caro sus errores y condenó a su equipo.

Finalmente, la superioridad ofensiva de los Rams, basada en un ataque especializado en big plays, y las bajas de los Texans hicieron que el partido se acabara decantando del bando local. Los Angeles Rams se quedan tras esta victoria con un récord de 7-2 y con el sueño de jugar playoffs aún con vida, mientras que los Houston Texans , con un 3-6 en el casillero, parecen decir adiós definitivamente a sus opciones de alcanzar la postemporada.