El Thursday Night Football, último partido del Thanksgiving day, estuvo protagonizado por los New York Giants y Washington Redskins, ambos equipos prácticamente están pensando en la siguiente temporada al ser los últimos de la NFC Este, sin embargo, están buscando rescatar algunos detalles para afinarlos en las últimas semanas.

Una baja más para los Giants

Con tres series ofensivas para el olvido, ambos equipos en el primer cuarto no pudieron acumular puntos, a pesar de que se encuentran en diferentes realidades; la ofensiva de los Redskins es la novena mejor de la NFL mientras que la de los Giants se encuentra en el puesto 24, sin embargo la defensiva 'neoyorquina' fue quien mantuvo a raya a Kirk Cousins y compañía.

Casi al final del primer cuarto los Giants perdieron a su linebacker Curtis Grant después de lesionarse la rodilla al apoyar mal pie en una jugada, por lo que se ausentó por el resto de la noche tras salir en el carrito de las desgracias.

Las defensivas mantienen su nivel

El partido siguió el mismo ritmo, las ofensivas se veían reprimidas por el gran trabajo que estaban teniendo ambas defensivas, dos despejes a mitad del segundo cuarto fueron suficientes para que Eli Manning comenzará a mover las cadenas para acercar a su equipo a zona de field goal y por fin romper el cero; anotación que hizo efectiva Aldrick Rosas con un gol de campo de 30 yardas.

Gracias a un error defensivo por parte del cornerback, Ross Crockell, que le dio la oportunidad a Washington de acercarse a zona de anotación, por una interferencia de pase; Manning no pudo concretar el touchdown en tres oportunidades y los Giants se tuvieron que conformar con gol de campo de 28 yardas de Nick Rose.

Toma y ‘daca’

Los Redskins y Giants salieron al campo y después de casi nueve minutos del tercer cuarto, por fin pudieron anotar un touchdown en el partido de las manos de Jamison Crowder, quien conseguiría su primera anotación, por la vía aérea, de su carrera en el máximo circuito, de esta forma el equipo de la capital estadounidense se pondría al frente por 10-3, después de que Rose hiciera efectivo el punto extra.

Parecía que los Redskins iban a empezar a dominar el partido, un touchdown y un despeje en la siguiente serie ofensiva de los Giants, comenzaba a inclinar la balanza a su lado. Sin embargo, lo que no puede conseguir Manning y compañía, lo puede hacer Janoris Jenkins y la defensiva ‘blue’, quien interceptó un pase de Kirk Cousins para hacer el touchdown y posteriormente el punto extra, anotado por Aldrick Rosas, para empatar una vez más el encuentro.

Manning y Cousins sufrieron una pesadilla

Cousins salió desconcentrado, la clara muestra de esto fueron los dos castigos por demora de tiempo que recibió en el tercer y último cuarto, justo cuando le quedaba una yarda para ampliar la serie ofensiva, no alcanzó a pedir el tiempo fuera y tuvieron que optar por el despeje en la cuarta oportunidad.

Los quaterbacks vivieron una pesadilla, penetraciones que terminaban en capturas, pases incompletos, despejes constantes, parecía que nada podía romper el juego mezquino que se estaba viviendo en Washington hasta que Cousins vuelve a lanzar un pase de touchdown para Josh Docson, para conseguir su cuarta anotación de la temporada. Una patada con efecto raro haría el extra point bueno y volver a tomar la delantera 17-10 con tan sólo tres minutos en el reloj.

Un partido más y se confirma que esta va a ser una temporada para el olvido para Eli Manning y los Giants, una ofensiva que no funciona, si sus receptores no atrapan ningún balón, después Manning lanza un pésimo pase, si sus receptores apenas van a la carrera en búsqueda de desmarcarse, su protección simplemente no hace su trabajo y es tacleado como muñeco de entrenamiento.

El partido terminó 20-10 a favor de los Redskins que seguirán en una lucha casi imposible para la postemporada; Cousins y compañía tendrán que prepararse para el próximo Thursday Night Football cuando vayan a visitar a los Dallas Cowboys en un partido divisional. Por su parte los Giants irán a Oakland a enfrentarse a Derek Carr y los 'malozos', que también la están pasando mal.