Objetivo cumplido para el fútbol sala español. El Barça Lassa ya tenía su billete para la ‘Final Four’, y faltaba Movistar Inter por colarse en la gran fiesta del futsal europeo. Un punto bastaba ante el conjunto kazajo del Kairat Almaty, pero el potencial y el particular estilo de juego de los de Cacau convertía el partido en una auténtica batalla. El público del Pabellón Jorge Garbajosa fue un privilegiado por ver uno de los mejores duelos que se pueden ver a día de hoy en el fútbol sala europeo. No fue fácil, pero es que nadie esperaba que fuera a serlo, ya que el Kairat Almaty se ha ganado durante los últimos años la fama de equipo peligroso con su archiconocida técnica de desgastar al rival jugando mucho tiempo con portero-jugador.

Intercambio de golpes muy emocionante

Se preveía, por lo tanto, una dura batalla. Y así lo fue. Y eso que todo pintaba para los locales desde el principio, pues el capitán Carlos Ortiz, experto en poner a su equipo por delante y en sacar su mejor versión en momentos clave, hacía el 1-0 con un disparo desde lejos que tocó en un jugador kazajo.

El Kairat no se vino abajo y apenas tardó dos minutos en empatar el partido gracias a un gol de Alexandre en boca de gol. Se volvía a la igualdad, que seguía favoreciendo a los torrejoneros, pero con la amenaza kazaja de estar a un gol de la ‘Final Four’.

Elisandro fue el encargado de volver a traer algo de paz momentánea a la afición de Inter. En una jugada a balón parado, los interistas combinaron perfectamente para que el brasileño pusiera el 2-1 en el marcador. Nuevamente, el bicampeón de Europa kazajo empataría el choque. Esta vez sería Leo, de nuevo en el segundo palo a placer tras una buena jugada de Eduardo en banda derecha.

El tiempo corría a favor de Inter sin un favorito claro

Con el 2-2, los españoles se vieron algo desubicados, situación que querían aprovechar los pupilos de Cacau para colarse en las semifinales europeas por la puerta grande. Sin embargo, el tiempo corría y la igualada permanecía. Higuita no era capaz de elevar el nivel para sobreponerse a la defensa interista.

Con este escenario, y a punto de llegar al descanso, apareció el que suele marcar la diferencia en estos casos. Tras una larga posesión, Ricardinho mandó a la red el 3-2 a cuatro minutos del final, tras un disparo que tocó en un contrario y despistó a Higuita. Cuando el descanso llegó, todo parecía más decantado en favor de los españoles.

Pero aún había que sudar. Los kazajos habían igualado el marcador en dos ocasiones, y aún habría una tercera. De nuevo, al explotar los segundos palos, los de Cacau encontraron la manera de batir a Jesús Herrero. Esta vez fue Taynan, cuando tan solo se habían transcurrido 28 segundos del segundo acto. Otra vez volvía la amenaza.

La expulsión de Higuita lo condicionó todo

Con 3-3, y toda la segunda mitad por delante, el Kairat tenía el partido donde quería. Con Higuita jugando de portero y de portero-jugador, la presencia en campo contrario era total. Inter Movistar aguantaba sus acometidas como podía, pero sin aprovechar ninguna ocasión para ponerse por delante en el marcador, pues incluso les había sido anulado un gol con mucha polémica. Sin embargo, todo cambió, el riesgo se pagó caro. Cuando faltaban algo más de seis minutos, el propio Higuita se sumaba al ataque una vez más, aunque sin mucho éxito. Jesús Herrero sacó pero el portero de origen brasileño taponó el saque y el árbitro le mostró la amarilla. Era la segunda. Kairat debía defender dos minutos en inferioridad sin su jugador estrella.

Todo estaba de cara para Inter, que necesitó menos tiempo del esperado, apenas unos segundos, para poner el 4-3 por obra de Gadeia. Kairat seguía insistiendo con el juego de cinco, ahora con Vitinho. La misión ya se había convertido en algo factible, y esta se completó del todo con el 5-3, de doble penalti, marcado también por Gadeia, apenas un minuto después del errado por Ricardinho. Habrá, por lo tanto, dos españoles entre los cuatro mejores de Europa.