Si algo ha quedado claro en lo que va de temporada es que las desigualdades entre ambas conferencias son grandes. La Conferencia Nacional se presenta este año durísima con multitud de equipos con grandes récords y, sobre todo, buen juego y extrema competitividad. Por el contrario, tenemos a la Nacional, una conferencia en la que hay divisiones en las que parece que ningún equipo es digo de competir en postemporada, como, por ejemplo, la AFC Sur.

La NFC tiene equipos fortísimos

Philadelphia Eagles, Minnesota Vikings y New Orleans Saints son considerados por la mayoría como los principales candidatos a la Super Bowl por la Nacional. Y no es un favoritismo regalado: son tres equipazos que dominan casi todas las facetas del juego.

Los Eagles tienen una defensa monstruosa, con un front seven que asusta a sus rivales y ahoga a los quarterbacks que tienen en frente, y cuentan además con una secundaria que, a pesar de no recibir todo el crédito que merecen, son un grupo muy oportunista capaz de recuperar el balón cuando su equipo lo necesita. Están con un récord de 9-1 y la NFC Este ya parece suya.

Por su parte, los Vikings llevan casi toda la temporada volando por debajo del radar. Pero eso ya se ha acabado: con un récord de 9 victorias y 2 derrotas toda la liga es consciente a estas alturas de su peligrosidad. Case Keenum está jugando el mejor football de su carrera en un ataque que incluso se ha sobrepuesto a la pérdida de un jugador del calibre de Dalvin Cook. En defensa parecen no tener defectos, y resultan un equipo al que es dificilísimo anotar puntos.

Los terceros en discordia son los Saints, que con 8-2 en su casillero y Alvin Kamara y Mark Ingram en su backfield parecen tener asegurada su presencia en playoffs. Sin embargo, no deben descuidarse. Los Carolina Panthers y los Atlanta Falcons, que por fin han despertado, no les van a poner la Sur de la Nacional tan fácil.

Pero la cosa no se queda en estos tres equipos. Hay otras plantillas muy duras como los Seattle Seahawks y Los Angeles Rams, que podrían dar más de un disgusto en playoffs a los favoritos.

La AFC es un duopolio

La Conferencia Americana, por su parte, está teniendo un año bastante mediocre. La mayoría de los equipos rondan el 5-5 de récord, y únicamente los New England Patriots y los Pittsburgh Steelers se atreven a plantar cara a la Nacional en la carrera por la Super Bowl.

Franquicias de las que se esperaba mucho como los Oakland Raiders, los Denver Broncos y los Miami Dolphins están sumidos en una profunda depresión de la que parece que no vayan a salir nunca. Por otro lado, equipos como los Buffalo Bills, los Baltimore Ravens y los Jacksonville Jaguars tienen posibilidades de meterse en playoffs, y aunque tienen algunas armas, parece que es más por desmerecimiento de otros equipos de su conferencia que por mérito propio.

Con todo esto, y dejando a los Kansas City Chiefs en cuarentena para ver si salen del letargo en el que se han sumergido en las últimas jornadas, los únicos candidatos potentes este año en la AFC son los Patriots y los Steelers, dos equipos con récord de 8-2.

Las sensaciones que han dejado en las últimas semanas reflejan que son equipos casi invencibles y sin fracturas. Parece, de hecho, que el destino está ya escrito y la final de la Americana nos deparará este año otro Patriots-Steelers.

En general, y a modo de conclusión, solo resta apuntar que la desigualdad entre conferencias no significa nada realmente. Por mucho récord que lleves, los playoffs y la Super Bowl a partido único dan posibilidades a cualquiera, y ya sabemos que en esta NFL puede ocurrir de todo…