Los Denver Broncos se reencontraron con la victoria. La última vez que los de Colorado finalizaron un partido por delante en el marcador fue al término de la cuarta jornada. Dos meses —y un baile de quarterbacks— después, los de azul y naranja levantan el puño en señal de victoria. La jornada, sin embargo, finaliza con una nota amarga, pues tras los encuentros disputados en el día de hoy los Broncos han quedado matemáticamente eliminados de playoffs. Aunque, siendo realistas, no parece ser un dato demasiado relevante teniendo en cuenta la situación del equipo.

Incomparecencia de los Jets

Los New York Jets saltaron al campo alrededor de las 4:05pm hora local en Denver —22:05 horas en España, 15:05 horas en México—, o eso parece. Porque lo que se vio en el terreno de juego se parecía a cualquier cosa menos a los New York Jets que se han visto esta temporada. No son el equipo más talentoso del mundo, es cierto, pero pelean todos los encuentros y dejan buen sabor de boca tras sus actuaciones. No fue así, pues lo único que se puede saborear tras su partido de hoy es el dónut que mostraba el luminoso al término de los sesenta minutos. Los Jets fueron incapaces de sumar un solo punto.

Las 100 yardas totales conseguidas por los visitantes son un dato desolador. Consiguieron seis primeros downs totales en todo el encuentro, y uno de esos seis fue mediante una penalización a la defensa rival. Bilal Powell fue el jugador de los neoyorquinos que más yardas totales acumuló, con unas paupérrimas 35 yardas en 13 balones tocados. Josh McCown, que abandonó el campo con una lesión en la mano izquierda, completó seis pases de doce que intentó, acumulando 46 yardas y registrando una intercepción. Bryce Petty, su sustituto, no mejoró en absoluto la estadística y completó dos de nueve para 14 yardas. Demariyus Thomas registró de manera individual 93 yardas de pase —y una anotación—, superando ampliamente las 60 yardas aéreas totales de los Jets como equipo.

Monólogo local

Trevor Siemian se reencontró con la victoria. Tras perder su puesto como titular y ver tanto a Brock Osweiler como a Paxton Lynch salir al campo en las últimas semanas, el pasador de los Broncos certificó su estatus como número uno del equipo con una actuación sólida —13/31, 200 yds, TD—, la que se espera de un game manager como él. Comenzó en el primer cuarto conduciendo a su equipo hasta el campo rival, donde McManus inauguró el marcador. Los locales abrieron brecha en el marcador cuando Siemian encontró a Thomas en la zona de anotación rival pocos minutos después, gracias a que la defensa recuperó un fumble tras derribar a McCown.

El partido no tuvo mucho más. Los Jets se dedicaron a sacar a su equipo de punt cada pocos minutos y los Broncos aprovecharon la poca oposición para pasearse por el césped. Los pupilos de Todd Bowles no consiguieron ni siquiera una pequeña victoria en posición de campo, pues ninguno de los ocho punts que realizaron consiguió clavar a su rival dentro de la propia yarda 20. Con la batalla posicional más que ganada, los Broncos anotaron lo justo para mantener a los aficionados medianamente interesados en el encuentro. McManus anotaría una patada en el segundo y en el cuarto periodo y Andy Janovich empujó desde la yarda uno un balón en el tercer cuarto. De esta forma los Broncos conseguían 23 puntos totales, más que suficientes para llevarse la victoria.

Pensando en 2018

La temporada de ambos equipos tiene ya poco aliciente.Los Broncos están matemáticamente eliminados de playoffs con su balance de 4-9 y los Jets, con un registro de 5-8, parecen tener todas las papeletas para ser los próximos en caer. La realidad es que ambos equipos tienen un ojo ya en la próxima campaña, con varias preguntas que responder y mucho que ajustar si quieren verse en la pomada dentro de doce meses.