Los Baltimore Ravens cumplieron con lo esperado en su partido en Cleveland ante unos Browns que extienden una semana más la búsqueda de su primera victoria. La defensa visitante secó por completo a la ofensiva de los pupilos de Hue Jackson y bastó con un correcto Joe Flacco para certificar la victoria de los de Maryland.

Los Ravens no dejaron a los Browns mover el balón. A pesar de que Baltimore anotó un field goal en todo el primer cuarto y cayó por detrás en el marcador tras una anotación terrestre de Duke Johnson, la incapacidad de los Cleveland Browns de cuidar el balón acabó por ser su tumba. No ayudaba, tampoco, que los equipos especiales de los Ravens obligasen a los locales a sacar el balón desde lo más profundo de su campo una y otra vez.

Los turnovers acabaron pasando factura a los Browns y los Ravens anotaron dos touchdowns sin demasiada oposición en el segundo cuarto. Una patada de Gonzalez acortó distancias en el marcador y el luminoso se fue al descanso mostrando un 17-10. No duró demasiado la alegría, pues tanta victoria en la batalla de campo propició que la defensa de Baltimore robase un balón a Kizer en su propia end zone y anotase otro touchdown. Un posterior field goal de Tucker abrió una brecha en el marcador que a la postre fue definitiva.

Los Ravens, a pesar de no haber podido establecer un juego de carrera sólido —'Buck' Allen fue el corredor más prolífico de su conjunto—, fueron capaces de controlar el balón y de drenar el reloj. El juego de pase corto de Baltimore arrebató la vida a los Browns, con el siempre elusivo Danny Woodhead liderando al equipo en recepciones, seis, a pesar de solo conseguir 31 yardas con ellas. El veterano corredor demostró sus excelentes habilidades a la hora de correr rutas y permitó a su ofensiva mantener la posesión en una tarde en la que Alex Collins solo pudo sacar 19 yardas en 12 carreras.

Los Browns acabaron el partido con una estadística ofensiva bastante pobre, con 146 yardas aéreas y 130 terrestres. Josh Gordon solo pudo agarrar cinco balones para 47 yardas e Isaiah Crowell, aparte de una carrera de 59 yardas, no fue capaz de mucho más. Los Ravens perdieron a Jeremy Maclin por una lesión en la rodilla relativamente pronto, pero Mike Wallace, el previamente mencionado Danny Woodhead y el tight end Ben Watson dieron un paso adelante y acapararon casi 190 de las 288 yardas aéreas que amasó Joe Flacco. El propio Watson, además, se apuntó la segunda de las anotaciones de su equipo, siendo la primera un touchdown terrestre del propio Flacco.

Kizer estuvo errático durante todo el encuentro, incapaz de encontrar receptores disponibles y cometiendo algún que otro error de bulto. La segunda de las dos intercepciones que lanzó fue en una mala decisión, tras salir del pocket hacia su lado antinatural y lanzar un pase con el cuerpo cruzado a una doble cobertura. Brandon Carr habrá tenido pocas más sencillas que esa. Los Browns se colocan con un balance de 0-14 y dan un paso más en el camino hacia la vergüenza más absoluta, la imperfect season, algo que no vemos desde los Detroit Lions de 2008.

Los Ravens disfrutan de la vida al otro lado y con esta victoria se colocan 8-6 en la presente campaña y continúan luchando con Bills y Titans por las plazas de postemporada. Con unos equipos especiales más que sólidos, Joe Flacco completando partidos bastante dignos y la defensa por bandera estos Ravens están encontrando su inercia en los compases finales de la temporada, justo cuando más peligrosos son. ¿Quién se ofrece para recibirlos en playoffs? Ojito con estos Ravens.