El camino a Minnesota pasa por Foxboro. Los New England Patriots aseguraron por segundo año consecutivo —y tercera vez en cuatro años— el primer puesto de la conferencia, consiguiendo así el derecho a que los partidos de postemporada que disputen sean celebrados en su propio estadio. La victoria ante los Jets, más un trámite que otra cosa, les permitió no tener que depender del resultado entre Browns y Steelers.

El partido fue un monólogo de los Patriots. Como dato curioso, el equipo de Belichick ganó el sorteo de la moneda y al contrario de lo que suelen hacer decidieron recibir el balón en el primer cuarto y comenzar atacando. La falta del ritmo de su ofensiva en los comienzos del duelo ante Buffalo la semana pasada parece ser culpable de tan inusual elección. La unidad comandada por Brady marchó las 75 yardas del campo y culminó la secuencia con una carrera de Dion Lewis que encontró la pintura.

A partir de entonces el sopor —y el frío, sensación térmica de -2ºF— se hicieron con el ataque local. Los Jets consiguieron presionar a Brady muy bien y con mucha frecuencia, forzando al excelente pasador a deshacerse del balón antes de lo que le hubiera gustado. Gronkowski apenas estuvo involucrado en el plan de juego y, con muchos de sus receptores de confianza en la enfermería, Brady no encontraba compañeros desmarcados en el poco tiempo que el frente de los Jets le concedía. Tal fue así que acabó completando menos de la mitad de los pases que lanzó, terminando con 18/37 para 190 yds y 2 TDs.

Otros dos touchdowns de los Patriots, ambos de forma aérea —uno para Cooks y otro para Lewis—, cerraron el partido en el segundo cuarto, llegando al descanso con 21-3 en el marcador. Los Jets no movieron la pelota con regularidad, solo pudiendo aprovechar las momentáneas desconexiones de la defensa rival para mover la pelota mediante jugadas de pase largo y carreras rotas. Bryce Petty (19/36, 232 yds) demostró no estar preparado para el nivel de la NFL, errando en pases simples y metiendo a sus jugadores en problemas con colocaciones de balón bastante dudosas. El ataque de los neoyorquinos fue además incapaz de mover las cadenas en ninguna de las catorce situaciones de tercer down que tuvieron durante el encuentro.

La defensa de New England se encargó de mantener a raya a los visitantes, permitiendo a los Patriots descansar a Brady y varios titulares y sacar al campo a Brian Hoyer durante casi todo el último cuarto. Quien cerró el partido fue James Harrison, el reciente fichaje de los vigentes campeones, con dos sacks consecutivos y provocando un fumble en uno de ellos.

Los Patriots finalizan la temporada regular con el primer puesto en la conferencia americana y un balance de trece victorias por tres derrotas. Los guarismos de Brady —líder de la liga en yardas con 40 años y más de 4.500 yardas de pase, dato histórico— lo colocan como favorito a llevarse finalmente el MVP de la temporada regular, el que sería el tercero de su carrera. Tendrán dos semanas para descansar y preparar su primer partido de postemporada, que bien será contra los Bills o el ganador del Titans-Chiefs. Los Jets, por su parte, cierran con cinco victorias y once derrotas y continuarán con su proceso de construcción de plantilla con la continuidad de Todd Bowles ya confirmada de forma oficial.