Los Cleveland Browns se unieron a los Detroit Lions del 2008 como los únicos equipos en la historia de la NFL en terminar la temporada 0-16. Los de Hue Jackson no pudieron derrotar a unos Pittsburgh Steelers que reservaron a varios titulares, entre ellos Ben Roethlisberger y Le’Veon Bell.

Sin embargo, Cleveland tuvo la oportunidad de ganar el partido en la última jugada, pero el pase en cuarto down de DeShone Kizer a Corey Coleman cayó incompleto tras tocar las manos del receptor.

Aunque hubo destellos de competencia, incluyendo un par de robos de balón y largos pases de Kizer a Higgins y Josh Gordon, los Browns simplemente no pudieron evitar sus errores. Dos veces en la primera mitad cometieron castigos en tercer down que extendieron series de Pittsburgh. Tres veces en el cuarto periodo tuvieron el balón con la posibilidad de ponerse arriba.

Las primeras dos terminaron con entregas de balón, dando a Cleveland 41, el número más alto de la NFL. La tercera acabó cuando Kizer, de algún modo, escapó a la presión en cuarta oportunidad en la yarda 27 de Pittsburgh sólo para ver el ovoide pegar en las manos de Coleman para caer al suelo, una última oportunidad desperdiciada que reflejó a la perfección lo que ha sido la temporada de los Browns.

Pese a todo, se espera que el head coach Hue Jackson continúe en el cargo, aunque su marca total es de 1-31. Los Browns tienen dos de las primeras cuatro selecciones en el draft del 2018 y el proceso de acumular jugadores jóvenes volverá a comenzar otro año más.

Kizer finalizó con 314 yardas por aire y dos touchdowns a Rashard Higgins y no cuajó mal partido, pero su interceptación número 22 le ha colocado como el quarterback más interceptado del año en la NFL.

Los campeones de la AFC Norte, por su parte, se permitieron el lujo de sentar a los titulares Ben Roethlisberger y Le'Veon Bell, pero poco importó. Landry Jones demostró ser un buen mariscal suplente y completó 23 de 27 pases para 239 yardas con un touchdown y una intercepción.

La clave del partido fue la actuación del novato JuJu Smith-Schuster, quien atrapó nueve pases para 143 yardas y una anotación. Además, retornó 96 yardas el ovoide hasta la end zone, consiguiendo el primer touchdown de retorno de los Steelers desde 2010.

Pittsburgh capturó a Kizer seis veces, elevando su total en la campaña a 56, una marca récord en la historia de la franquicia, y el papel de su defensa se antoja vital en los playoffs para poder llegar a la Super Bowl de Minnesota.

Este partido perdió valor con la victoria de los New England Patriots sobre los New York Keys, ya que los Steelers se quedaron sin la opción de conseguir la ventaja de campo durante toda la postemporada.

Los Browns, por su parte, han concluido una temporada de auténtica pesadilla que, enlazada con la anterior, suma un espantoso récord de una victoria y 31 derrotas.