Seattle quedó eliminado de la postemporada, después de que no se realizaron las combinaciones para conseguir su lugar de comodín. El último partido contra Arizona fue un resumen de la temporada de los Seahawks, una ofensiva que por chispas conseguía los puntos para remontar el marcador, pero en el punto decisivo se dependía de Blair Walsh quien decepcionó constantemente a su afición.

Los Seahawks tienen numerosos problemas en todos los ámbitos. Es curioso que a pesar de tener a Russell Wilson como candidato MVP de la temporada con 34 pases de touchdown, líder en la liga, no hayan conseguido tener los resultados; la línea ofensiva, sin duda ha sido el mayor problema al que se ha encontrado Wilson.

En cada partido de la temporada, no hubo una sola ocasión en la que no se viera a Russell fuera de la bolsa de protección, en búsqueda de alargar la jugada y mover las cadenas; en estas jugadas se incluía alguna penalización, debido al pésimo trabajo de su línea. A pesar de esto, se habla de un posible cambio de Russell Wilson por otro lanzador, se desconoce su nombre, pero sin duda sería el comienzo para destruir a aquel equipo que ganó el Super Bowl en 2014. Algo insano, totalmente de locura, es el pilar, el comandante, el que da mucho y recibe poco.

Uno de los candidatos más a salir para la próxima temporada es Jimmy Graham, al parecer, prefiere la agencia libre, antes de que el barco se hunda. Entre todos los receptores del equipo, fue uno de los que más destacó, tal fue su nivel que fue escogido para llegar al Pro Bowl 2018. Sin embargo, la decisión que puede tomar es el resultado que una fuerte crisis se acerca a Seattle.

Si se pudiera describir el presente de los Seahawks a nivel ofensivo con el nombre de un libro, sin lugar a duda sería “Crónica de una muerte anunciada”, con tan solo el pase a Wilson, se esperaba que fuera capturado con tanta facilidad o que el corredor en turno fuera detenido antes de la línea de salida. Es el mayor problema que tiene Darrell Bevell, 17 semanas no fueron suficientes para arreglarlo y sin duda tendrá que tratarlo urgentemente para la próxima temporada.

La defensiva es el grupo de jugadores que se “salva”, sin duda las bajas fueron duras y no tener disponibles a los comandantes de éste, Richard Sherman, Cliff Avril y Chancellor, dio la apertura a los jugadores de la banca a dar su mejor nivel. Kris Richard, supo reponerse a las bajas y sin duda logró acomodar a su equipo, para tener un trabajo aceptable.

K. J. Wright y Bobby Wagner sin duda lucieron en la defensiva. Tyler Locket, se entregó en cada partido disputado, el hombre de yardas que tenía tras recibir el balón se dio a notar, a pesar de que solo logró un regreso de touchdown en toda la temporada. Al menos en este aspecto se tiene la esperanza de que en el 2018, puedan a recuperar esa fama de defensa impenetrable tras recuperar a los jugadores importantes.

A pesar de que todos los departamentos son responsables de la eliminación de Seattle, es obligatorio señalar a la persona que dejó ir varios partidos importantes en la temporada por no poder hacer su trabajo. Blair Walsh, el pateador que llegó de los Bills y declaró en ese tiempo que iba a ir a un equipo que peleara por el campeonato, la Sra. Karma lo visitó en su temporada puesto en el momento decisivo en el que tenía que anotar un gol de campo, lo fallaba (Atlanta, Tampa Bay, Arizona…).

Tal fue la desconfianza que generó Walsh en Pete Carroll que en zona roja, el head coach prefería jugarse toda la serie ofensiva en una cuarta oportunidad en lugar intentar un field goal. Errores que también costaron partidos.

Actualmente Seattle no es el mismo equipo que hace cuatro años ganó el Super Bowl, la sintonía no es la misma y el barco se hunde poco a poco. Carroll con decisiones poco cuerdas, echó a perder partidos que podrían ganarse. Se habla de una revolución dentro del equipo, una limpia sin embargo es necesario mencionar que los 12’s ya no confían tanto en su head coach como hace unos años.

Diferentes problemas y no se dan soluciones, el final de este equipo probablemente sea desastroso, si no se tratan quirúrgicamente todas las decisiones que vayan a tomar. Wilson no tiene que salir. La preferencia de Graham por salirse de barco es aceptable, nadie quisiera estar en el peor momento de un equipo. La línea ofensiva, cambio total. Blair Walsh sin duda tiene que estar fuera y buscar a otro pateador. Y Carroll tendrá por delante un gran reto: rearmar a un equipo que se desmorona, a pesar de tener récord positivo, no lo exime de que esté bajo la lupa.