Pocos hubieran apostado a que los Rams ganaran la división NFC Oeste o que al menos se clasificaran para los playoff. Normal. El año pasado, Los Angeles solamente fue capaz de ganar cuatro partidos, y este año, el entrenador elegido era un hombre de tan solo 31 años que tenía que hacerse cargo de un conjunto que dejaba mucho que desear en el aspecto ofensivo.

Pues ahí están, en la ronda de Wildcard, como campeones de su división (con balance 11-5), terceros de la conferencia y con el equipo que más puntos anota (casi 30 por encuentro). Enfrente, unos Atlanta Falcons (10-6, segundos de la división NFC Sur) que ahora parecen partir como menos favoritos que los Rams. Quien lo hubiera dicho en setiembre.

Un partido grande

Sea como sea, este fin de semana se ven las caras los Rams y los actuales subcampeones Falcons (madrugada del sábado al domingo, a las 2:15 horas) en el Los Angeles Memorial Coliseum. Todo un partidazo que solo significará el primer escollo de un largo camino para ambos si quieren estar en la Superbowl.

Atlanta llega a esta jornada clasificándose en la última semana de temporada regular en un decisivo partido contra Carolina Panthers. Al final ni tan solo fue indispensable la victoria porque Seattle perdió su encuentro, pero Dan Quinn tuvo que salir con todo para asegurarse estar presente esta semana. En cambio, los Rams recibían a los 49ers y como ya eran campeones de su división, Sean McVay reservó a la mayoría de sus titulares. Sin ninguna duda, Los Angeles llega mucho más descansado.

Curiosamente, de las cinco derrotas que los locales han sufrido a lo largo del año, cuatro han sido en casa (aunque una de ellas la semana pasada con los suplentes). Pero con un gran Jared Goff (28 pases de touchdown), la máquina de anotar touchdowns Todd Gurley, y una defensa liderada por Aaron Donald, hacen que los Rams partan como favoritos. Matt Ryan y Julio Jones, los líderes ofensivos de Atlanta, han sido más inconsistentes que el año pasado, pero su peligro es sobradamente conocido. 

Dudas y bajas

Como es habitual, los dos equipos tienen dudas y bajas de hombres importantes. Ben Garland deberá ser el left guard titular de los Falcons después de que Andy Levitre haya sido puesto en la Injury Reserve. No será algo nuevo para Garland, quien ya ha tenido que sustituir en varios partidos a Levitre. Ahora ya será definitivo. Esto es solo una parte de los problemas en la ofensiva de los de Georgia. Julio Jones, Devonta Freeman, Taylor Gabriel y Alex Mack están puestos en questionable, aunque se espera que no fallen a la cita. Quien no estará seguro es el tight end Levine Toilolo, que sigue con sus problemas en una rodilla.

En los Rams, Mark Barron podría estar ya listo para el decisivo encuentro. El receptor Pharoh Cooper y el safety Blake Countess son duda, pero como mínimo se espera que Cooper sí que esté disponible.

Si ganan los Rams, deberán visitar el campo de los Vikings en la ronda divisional; si pasan los Falcons, viajarán a Philadelphia para enfrentarse a los Eagles. Solamente uno de los dos quedará vivo, y aun así, tendrá un durísimo camino para estar en la Superbowl. Pero el ganador del Rams-Falcons saldrá con la moral por las nubes: uno por la ilusión de un joven equipo que ha llegado aquí cuando nadie apostaba un duro por ellos; otro porque verá más cerca poder sacarse la espina (más que espina una espada) clavada de la dolorosa derrota en la final del año pasado. Un partidazo.