Este sábado, los actuales campeones New England Patriots tienen una oportunidad de oro para plantarse, una vez más, en la final de la conferencia AFC. Recibirán a los Tennessee Titans, que vienen de dar la sorpresa venciendo en el campo de los Chiefs. Los Patriots son los evidentes favoritos para llevarse el triunfo, pero esto son los playoffs y cualquier cosa puede pasar.

Harían bien, por lo tanto, de no fiarse de un equipo que, sabedor de su inferioridad, visitará el Gillette Stadium con poco que perder y con la moral por las nubes tras ganar en el Arrowhead. Pero no nos engañemos. Si no pasa nada raro y New England juega más o menos a su nivel, Tom Brady y compañía no deberían sufrir para ganar. Por si un caso, ahí van las claves para que los Patriots no se lleven un susto y puedan avanzar a la siguiente ronda:

Rob Gronkowski

Travis Kelce, hasta que sufrió la lesión, estaba encontrándose muy cómodo sobre el terreno de juego. Y no solo por su gran calidad, sino porque supo aprovechar los espacios que dejaba la defensa de los Titans. El reto para Tennessee será todavía mayor, al tener que hacer frente a Gronkowski. El tight end puede ser una de la claves. Si el juego de pase hacia él funciona, el ataque lo tendrá mucho más fácil. Las lesiones le han respetado a lo largo de la temporada y por ello ha llegado a las 1000 yardas de recepción y ocho touchdowns. ¿Y cómo pararlo? Veremos si el coordinador defensivo Dick LeBeau asigna a un linebacker o al excelente safety Kevin Byard, pero sea como sea, Gronkowski tiene las de ganar y ser uno de los líderes de la victoria de los de Bill Belichick.

Conversión de terceros downs

Los Titans son un equipo bastante correcto en la defensa de los terceros downs. Los Patriots, por su parte, son un equipo regular en convertirlos. Es verdad que no es raro ver a Brady conseguir llegar al primer down con un tercero e infinito, pero los números muestran que no son el mejor equipo en convertir los terceros downs. Si los Patriots consiguen convertirlos y permanecer más rato en el campo, la defensa de los Titans se verá afectada física y mentalmente. Si Tennessee es incapaz de pararlo, New England tendrá pie y medio en la siguiente ronda.

Juego profundo

En cambio, los Patriots son líderes en conseguir primeros downs (en cualquier down, no solo en terceros intentos). El juego profundo de pase es uno de los factores que lo explica. Los receptores de los Patriots deben ser capaces de explotar la buena secundaria de los Titans para encontrar los big plays o, al menos, provocar penalizaciones. Brandin Cooks, Chris Hogan y Danny Amendola tendrán la responsabilidad. Pero cuidado. Hay una estadística demoledora en los últimos encuentros. En las primeras 11 jornadas, Brady se infló a lanzar pases en los cuales el balón viajaba durante 20 yardas o más, mientras que en las últimas cinco, el porcentaje de estos pases bajó de manera considerable. La culpa no solo fue de Brady, sino también de los receptores. Si los Patriots le vuelven a dar la vuelta a eso, Tennessee sufrirá.

Defensa en la red-zone

Si los Titans llegan a la red-zone, habrá que ver qué nivel ofrece la defensa de los Patriots, con su coordinador defensivo Matt Patricia al frente. Los Patriots tienen la segunda mejor defensa en la red-zone en lo que se refiere a puntos encajados por veces que los rivales la pisan. Y no solo es que sean expertos en encajar poco, sino también en provocar el turnover en los rivales cuando ven la endzone tan cerca. Pasó con los Falcons, parándolos en cuarto down; con los Raiders con un fumble a las puertas de la goal line; interceptando a Matt Moore contra los Dolphins, etc. Si Matt Patricia consigue que su defensa mantenga ese nivel, poco encajarán los Patriots.