La selección española comenzó su camino en esta Eurocopa de la mejor manera posible. Superó en todos los aspectos de juego a su rival, todos sus jugadores  pisaron el campo de juego y casi todos marcaron (salvo Sarmiento, Morros, Guardiola y ambos porteros), e incluso hubo tiempo de seguir trabajando la defensa 5-1.

Los checos sufrieron la falta del retirado Filip Jicha y solo soportaron el ritmo de juego 15 minutos, donde una seguidilla de exclusiones le permitió a los Hispanos sacar diferencia de cinco goles (10-5) y empezar a definir el encuentro.

El peor aspecto del juego checo fue la ofensiva, donde sumaron 24 pérdidas de balón lo que hizo imposible cualquier  tipo de remontada. A su vez, España solo cometió 3 (todas en la primera parte) y convirtió 16 goles por tiempo, lo que da muestras de que a pesar de la rotación todos conocen el plan de juego a la perfección.

Aprovechando la superioridad para romper la paridad

A pesar de que se sabía que República Checa era el rival más débil del grupo la paridad que caracteriza a esta competición obliga a todos los equipos a jugar al 100% en todo momento, y es con esta mentalidad con la que los Hispanos jugaron los primeros 30 minutos.

Desde el principio se vieron los problemas ofensivos de los checos, que aguantaron el gol a gol los primeros 13 minutos de juego gracias a los bombazos del zurdo Stanislav Kasparek. El joven de 21 años y 2,02m sorprendió a la defensa española marcando 5 tantos en la primera parte, aunque luego no pudo volver a convertir.

A partir del 5-4 en favor de los Hispanos, dos exclusiones consecutivas propiciaron un parcial 5-1 lo que llevó a la dupla técnica Jicha-Kubes a pedir su segundo tiempo muerto en solo 18 minutos. Sin embargo, ninguna indicación fue capaz de parar la catarata de pérdidas y errores técnicos que cometían en ataque.

El ingreso de Ferran Sole, de gran partido (5 tantos y 100% de efectividad), al igual que el de Alex Dujshebaev le dio gol a España que con el aporte Ángel Fernández, Joan Canellas y Valero Rivera se fue al descanso con ventaja de siete goles (16-9).

Rotación sin perder intensidad ni goles

Con esta ventaja la única forma de emparejar el encuentro era que República Checa consiguiera regularidad en su ataque y dejara de cometer tantos errores individuales. Sin embargo nada de esto sucedió, sino todo lo contrario. Las equivocaciones continuaron sumándose (11 pérdidas en la segunda etapa) y apareció la figura de Rodrigo Corrales en la portería que cerró su partido con un 57% (8 de 14).

Del minuto 7 al 21 los checos no pudieron convertir y de la mano de un Raúl Entrerríos de alto vuelo,  asistiendo y convirtiendo, lo que lo llevó a ser condecorado como el Player of the Match, España consiguió un parcial 9-0 que acabó definitivamente el partido (28-12).

A partir de allí hubo tiempo para continuar probando la defensa abierta, esta vez con Alex Dujshebaev en el avanzado, aunque Jordi Ribera varió constantemente y también probó la dupla Guardiola-Daniel Dujshebaev.

De esta manera los Hispanos aprovecharán el descanso de mañana para llegar de la mejor manera al encuentro del domingo, desde las 18:15, ante Hungría.