Los New England Patriots cumplieron con su faceta de favoritos y pasaron por encima de unos Titans que desaparecieron al término del primer cuarto. Tom Brady se quitó de encima los rumores y las especulaciones de los últimos días con otra noche memorable, marcando además la 13ª vez que supera las 300 yardas de pase en una cita de postemporada, récord absoluto de la NFL.

El partido comenzó con unos Patriots todavía durmientes. Tras el reglamentario intercambio de secuencias ofensivas, los Tennessee Titans sorprendieron a propios y extraños con un gran drive que acabó con un pase precioso de Marcus Mariota que Corey Davis agarró, a una mano, en la esquina de la zona de anotación. El resultado se mantuvo favorable para los visitantes el tiempo que Brady tardó en calibrar la mira. Los Patriots atacaron a los linebackers en cobertura con pases a los corredores Lewis y White, valiéndose también de situaciones de carrera zonal exterior para dar vida a su ofensiva. Amendola y Gronkowski, ambos con brillantes actuaciones, se disfrazaron de puñal en numerosas ocasiones.

El segundo cuarto fue un monólogo de New England. De hecho Brady registró, en ese periodo, 16 pases completados de 22 intentados para 154 yardas y dos anotaciones —una de ellas para James White y la segunda en asociación con Chris Hogan—. El propio White se apuntó otra anotación terrestre y los Patriots se marcharon al descanso con un marcador de 21-7 a favor.

Los Titans se vieron en una situación similar la semana pasada, teniendo que remontar un 21-3 adverso en casa de los Chiefs. Los Patriots no cedieron y mantuvieron a Derrick Henry a raya durante todo el encuentro. El revitalizado frente defensivo de los locales apabulló a la línea ofensiva de los Titans —unidad que perdió a Jack Conklin, tackle derecho, en los primeros compases— y contuvo tanto al corredor como a Marcus Mariota. El quarterback de los visitantes no estuvo cómodo en toda la noche y, a pesar de disfrutar de un par de buenas carreras, fue controlado y derribado repetidas veces por los pupilos de Matt Patricia. Los ocho sacks conseguidos por la defensa son, además, récord de la franquicia en postemporada.

De esta forma los Patriots mantuvieron el ritmo en el tercer cuarto y no dejaron a los Titans meterse en el partido. La acumulación de faltas cometidas por los visitantes tampoco ayudó a la causa, y Brandon Bolden amplió las distancias empujando un balón por la vía terrestre desde la yarda 2 de Tennessee. Brady terminaría de destrozar los sueños del conjunto de Mularkey con un excelente drive —mención especial a un pase circense contra el cuerpo en tercer down para conectar con Amendola— coronado con una anotación aérea entre Brady y Gronkowski. Con una desventaja de 35-7 en el marcador, los Tennessee Titans vieron escaparse el partido de forma definitiva. Corey Davis atraparía otro pase de touchdown dentro de los dos minutos finales para maquillar un poco el resultado.

Tom Brady acabó la noche con 35 pases completados de 53 intentados para 337 yardas y tres anotaciones. Amendola se erigió como la opción favorita del quarterback, acumulando 11 recepciones para 112 yardas. La victoria de hoy convierte a Brady en el quarterback más veterano en conseguir una victoria en postemporada con 40 años y 163 días. Los New England Patriots avanzan a su séptima final de conferencia consecutiva, en la que esperarán al vencedor del duelo entre Steelers y Jaguars. El que quiera representar a la AFC en la Super Bowl de Minnesota tendrá que pasar por 1 Patriot Place. Lo veremos el domingo que viene.

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