Pura emoción en la última jornada del Grupo II de la Main Round, donde se vieron tres partidos muy diferentes. Eslovenia y la República Checa firmaban un dramático empate que sentenciaba a las dos selecciones. Ambas buscaban la victoria pero la igualdad fue tal que ninguna de ellas la logró.

Dinamarca firmó el trámite con una primera parte relajada y una segunda en la que decidieron poner la directa y cerrar esta Main Round con una victoria holgada ante Macedonia.

Por su parte, Alemania y España representaban el duelo del día. El vencedor se ganaría un puesto en las semifinales, mientras que el perdedor se hundiría en la clasificación. La igualdad fue total hasta el minuto cinco de la segunda parte. Desde ese momento, diez minutos mágicos de España sentenciaron el choque que lleva a los Hispanos a semifinales.

Eslovenia 26-26 República Checa

Sucedió lo que ninguna de las dos selecciones quería: el empate. Este resultado dejaba sin opciones a ambas selecciones en la lucha por las semifinales.

Empezó dominando el partido la República Checa, con Ondrej Zdrahala como brazo ejecutor (el cual sería nombrado mejor jugador del partido) y logrando ventajas de hasta cinco goles (7-12 minuto 21), sin embargo, la dureza empleada por sus defensores comenzó a pasarles facturas cuando, en el minuto 19, Jan Stehllik arrollaba a Marko Bezjak y los árbitros lo sancionaba con roja directa tras consultar el vídeo. Tan solo diez minutos más tarde, Leos Petrovsky le haría compañía en la grada del Varazdin Arena al recibir el mismo castigo después de golpear a un rival en la cara. Eslovenia aprovechó estos últimos diez minutos para endosarle a los checos un parcial final de 4-0 que apretó el marcador hasta el 11-12 del descanso.

Ya en la segunda parte, y con la República Checa mermada defensivamente, Eslovenia tomó la iniciativa por primera vez (15-14 minuto 36). Se sucedieron los parciales de 0-5 y 4-0 hacia ambos lados y se afrontaron los últimos diez minutos con total igualdad.

En la última acción del partido, Stanislav Kasparek, impactó su lanzamiento en el poste, cerrando un empate a 26 que eliminaba a las dos selecciones y las dejaba fuera de las semifinales.

Macedonia 20-31 Dinamarca

Al comienzo del choque, Dinamarca ya sabía que sería la primera clasificada del Grupo II de la Main Round independientemente del resultado que obtuviera, de modo que Nikolaj Jacobsen, decidió dar descanso en la primera parte a jugadores importantes como Hans Lindberg, Rene Toft Hansen o Henrik Mollgaard. Fruto de estas rotaciones, la igualdad imperó en el marcador durante los primeros treinta minutos.

A la vuelta de los vestuarios, Dinamarca dio entrada a sus primeras espadas, y la segunda parte se convirtió en una exhibición danesa. Hasta cuatro parciales de 4-0 acumularon en la segunda mitad, alcanzando al final del partido un resultado de 20-31.

El danés Michael Damgaard, con once goles, fue nombrado mejor jugador del partido.

Alemania 27-31 España

Diez minutos de inspiración le fueron suficientes a España para llevarse un partido tan trascendental como el que le enfrentaba a Alemania. Oficialmente se trataba del último partido de la Main Round para ambos conjuntos, pero en la práctica eran unos cuartos de final, dado que el vencedor del duelo se ganaría el billete para las semifinales del Europeo.

Ambos conjuntos eran conscientes y así lo demostraron en unos primeros minutos donde nadie quería ceder un solo centímetro.

La primera parte se desarrolló con una esperada igualdad. Los alemanes imponían su juego físico, su rocosa defensa 6:0 y su potente lanzamiento exterior. Mientras tanto, España basaba su juego en la velocidad que le caracteriza y en el inagotable juego con la línea, donde Julen Aginagalde hacía de las suyas.

Fue en la segunda parte cuando el partido se rompió. Bastaron diez minutos de inspiración hispana para hacer posible lo que nadie se imaginaba. Vista la igualdad entre ambos equipos, y la seriedad con la que estaban compitiendo, resultaba imposible pensar que España impondría un parcial de 0-8 a toda una Alemania entre el minuto cinco y el 15 de la segunda parte. Se pasó de un equilibrado 15-15 a un 15-23 que condicionaba totalmente el partido. Fueron unos minutos mágicos. Robos de balón, paradas de Rodrigo Corrales, efectividad desde los extremos y desde los siete metros. Todo funcionaba y nada parecía poder para la máquina española. Ni los defensores alemanes, ni Wolff, ni Heinnevetter, ni siquiera los dos tiempos muertos solicitados por Christian Prokop.

El resto del partido fueron pequeñas reacciones alemanas, apagadas por destellos de los españoles. Rodrigo Corrales siguió creciendo, David Balaguer siguió demostrando que había recuperado su mejor versión (ganaría el premio a mejor jugador del partido), Alex Dujshebaev tiró del equipo en momentos importantísimos. En general, todo el equipo funcionó como en las mejores citas.

Con esta jornada se cierra el Grupo II de la Main Round que deja a Dinamarca y España como selecciones clasificadas para semifinales con ocho y seis puntos. La República Checa tercera con cinco. Con cuatro puntos Eslovenia y Alemania y cerrando la clasificación Macedonia con tres.