Un europeo es la competición más exigente del balonmano de selecciones y en esta edición de 2018 está quedando bastante patente la dificultad que tiene cada partido. Salvo dos selecciones, Bielorrusia y Serbia, los diez equipos restantes que llegaron a la Main Round han tenido opciones hasta el último partido de estar en semifinales, pero solo cuatro tienen la suerte de poder estar en la lucha por los metales.
La selección de Dinamarca ha hecho desaparecer los fantasmas que llegaron tras el tropiezo ante una República Checa, que al final ha sido sin lugar a dudas la revelación del torneo. A partir de ahí, los de Jacobsen han demostrado porque son la selección que actualmente posee el título de campeona olímpica y la cual también ha conseguido dos de los últimos cinco torneo europeos. Una apisonadora.
Suecia por su parte ha hecho lo más complicado, avanzar a semifinales en el mismo grupo que la intratable Francia y que la anfitriona, Croacia. El trabajo de Andresson al frente del combinado sueco ha sido encomiable, y pese a comenzar tropezando, el conjunto escandinavo se ha levantado y ahora es capaz de todo, incluso de plantarse en la final del campeonato.
Con los pies en el suelo
Pese al indudable papel de favorito que tiene la selección de Dinamarca, el conjunto danés es consciente de que cuando menos lo han esperado, han sufrido derrotas ante selecciones teóricamente inferiores. Además, ya en el último europeo de 2016 el encuentro entre ambas selecciones finalizó con tablas. Dinamarca ha conseguido ganar cinco de los seis partidos que ha disputado en este torneo. El único tropiezo lo sufrió ante la República Checa, en la que fue la sorpresa del europeo.
Tras ello, los de Jacobsen han superado sin demasiados problemas a Hungría, España, Macedonia y Eslovenia, y con algo más de dificultad a Alemania. Con ocho puntos los daneses se han plantado en unas semifinales que ya les dan la posibilidad de luchar por las medallas. No obstante, Dinamarca tiene mucha ambición y su claro objetivo es la medalla de oro. Hasta ahora, su jugador más destacado en el torneo también es el máximo realizador, Mikkel Hansen, con veintinueve goles en su haber.
A dar la campanada
La selección de Suecia ha llegado de puntillas y con muchas dificultades a las semifinales del torneo, pero ha demostrado estar preparada para tirar rascacielos muy elevados. Pese a la primera derrota de la fase de grupos ante Islandia, en un encuentro en el que los suecos no tuvieron opciones de puntuar, el combinado de Andressen se levantó y superó a Serbia y a Croacia, anfitriona del torneo y favorita para estar en semifinales.
Pese a no tener opciones ante Francia y tras ganar de forma cómoda a Bielorrusia, llegaba el choque decisivo ante Noruega. La derrota por cuatro o menos goles era óptima si Francia superaba a Croacia, lo que finalmente sucedió. Ahora, Suecia no tiene nada que perder y mucho por ganar y con menos presión que su rival intentará acceder a la final del torneo. Hasta el momento Albin Lagergren es el máximo realizador de la selección sueca con veintitrés goles.
Precedentes
Dinamarca y Suecia se han visto bastantes veces las caras en los últimos años como dos de las mejores potencias del balonmano europeo. El último enfrentamiento data del pasado Mundial, donde los daneses superaron en la fase de grupos a Suecia por 27-25. Distinto fue el resultado en el europeo de 2016, donde ambos combinados empataron. En 2015 Dinamarca superó dos veces más a una Suecia que la última vez que venció al conjunto danés fue en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.