Una de las armas más importantes en el ataque de Tom Brady está de regreso a las prácticas. Rob Gronkowski apareció el sábado en las instalaciones del equipo para el entrenamiento, lo que indica que el jugador va bien en su recuperación y que ha mostrado mejoría durante la semana.

El tight end de los Patriots se perdió los entrenamientos del lunes al viernes por una conmoción cerebral sufrida en la Final de la Conferencia Americana. Según fuentes del entorno de los Patriots, Gronkowski estuvo el día de ayer totalmente equipado, recibiendo pases y llevando a cabo los ejercicios sin sin ningún tipo de problema, aunque se mantiene en el protocolo de conmoción cerebral.

La carrera del egresado de la Universidad de Arizona se ha visto mermada en las últimas temporadas debido a las lesiones. El año pasado se perdió la segunda mitad de la temporada por problemas en la espalda. Este año se había mantenido todo el tiempo sobre el emparrillado, excepto su suspensión por dureza innecesaria en la semana 13 contra los Buffalo Bills, pero en el juego contra los Jaguars sólo jugó un cuarto y el inicio del segundo. El corpulento jugador se tuvo que retirar tras un duro golpe del safety Barry Church, que resultó multado por dicha acción. Gronkowski no regresó al partido al no superar el protocolo de conmociones de la liga.

De seguir de manera positiva su rehabilitación, Gronkowski será titular el domingo del Super Bowl LII contra los Philadelphia Eagles. De hecho, todo apunta a que no habrá ningún problema para que entrene toda la semana con normalidad y esté a pleno rendimiento el 4 de febrero en Minneápolis para tratar de conseguir el sexto anillo para los New England Patriots.

La importancia que puede tener el tight end en el partido es mayúscula, como ya se vió en partidos clave de los Patriots como el de los Steelers.