Los New England Patriots de Bill Belichick y Drew Bledsoe encaraban la temporada 2001 de la NFL buscando una mejora respecto a su balance de cinco victorias y once derrotas en la campaña anterior. Después de comenzar su andadura con una derrota ante los Cincinnati Bengals, la situación no hizo más que empeorar cuando en la segunda jornada de competición y en su duelo ante los New York Jets, Drew Bledsoe recibió un golpe mientras corría que le hizo abandonar el partido —y que incluso puso en peligro su vida debido a hemorragias internas—. En ese instante tuvo que saltar al campo su suplente, un quarterback adquirido en la sexta ronda del Draft del año 2000. Tom Brady, de la Universidad de Michigan.

El comienzo de la era Brady

La lesión de Bledsoe obligó a Tom Brady a coger las riendas de la ofensiva con apenas un puñado de minutos de juego en la mochila. Su primera titularidad se saldó con victoria cuando los Indianapolis Colts de Peyton Manning abandonaron el viejo Foxboro Stadium con 44 puntos encajados. Su primer pase de touchdown llegaría dos semanas después ante los Chargers, conectando con Terry Glenn.

Tras nueve semanas de competición los Patriots habían dado la vuelta a su temporada y contaban con un balance de cinco victorias por cuatro derrotas después de iniciar la campaña 0-2. En la décima jornada recibirían a los poderosos St. Louis Rams de Kurt Warner, destacados favoritos para llevarse el anillo,

Los New England Patriots plantaron cara al rival y tras el encuentro, a pesar de la derrota, sus jugadores se quedaron con la sensación de que si tan favoritos eran los Rams ellos no estaban tan lejos de la pomada. Confirmaron esas sensaciones cerrando su temporada sin volver a conocer la derrota, encadenando seis victorias consecutivas y accediendo a la postemporada como campeones de división.

La 'Tuck Rule' y el camino a Nueva Orleans

La andadura por la postemporada de los New England Patriots de 2001 no estuvo exenta de drama. En su primer encuentro, ante los Oakland Raiders, una regla prácticamente desconocida sería la que les permitiría conseguir la victoria. En aquella noche nevada en Foxboro Patriots y Raiders intercambiaron golpes hasta que, con 13-10 a favor de los visitantes, Charles Woodson derribó a Brady y el balón quedó suelto. Los Raiders lo recuperaron, pero los árbitros determinaron que había sido pase incompleto al estar el brazo de Brady en movimiento hacia adelante aún a pesar de estar intentando llevar el balón hacia su cuerpo.

Los Patriots acabarían ganando el encuentro y ese instante pasaría a la historia como la gran polémica sobre la que se sustentaría la mayor dinastía que ha visto este deporte. La regla sería posteriormente revisada y eliminada completamente en 2013.

Los Patriots se jugaron la final de conferencia ante los Steelers en Pittsburgh, encuentro que Brady tuvo que abandonar por una lesión en el tobillo al encajar un derribo. Drew Bledsoe saltó al campo y guió al equipo a la victoria, acrecentando la controversia respecto a la posición que había existido alrededor de la posición durante toda la temporada en el noreste del país.

Super Bowl XXXVI

Los New England Patriots volvían a verse las caras con los St. Louis Rams, esta vez en el escenario más importante del deporte estadounidense: la Super Bowl. El conjunto de Warner, ganador del anillo dos años antes, llegaba al partido como favorito en las apuestas por 14 puntos. Los Patriots, por su parte, contaban con una gran defensa y el apoyo de todo un país ansioso por ver a David vencer a Goliat.

La defensa de los Patriots salió con un plan de juego agresivo, golpeando a los Rams e intentando interrumpir su ritmo frenético. El primer cuarto se saldó con tres puntos para los Rams, que no fueron capaces de resquebrajar el muro defensivo de Romeo Crennel. La brillante zaga de New England se hizo con el control del partido y puso a su equipo por delante en el marcador cuando Ty Law interceptó un pase de Warner y se lo llevó hasta la zona de anotación.

Poco después arrebataron el balón a Ricky Proehl, dejando a su ofensiva a tiro de piedra de la línea de gol. Brady y la ofensiva no desaprovecharon la ocasión y el quarterback conectó con David Patten en la end zone, aumentando la ventaja a 14-3 al descanso.

El tercer cuarto continuó de la misma forma, con Otis Smith interceptando a Warner y dejando a su ataque en una posición que Vinatieri no desaprovechó, aumentando la ventaja a catorce puntos. Los Rams, sin embargo, pisaron fuerte el acelerador y comenzaron a encontrar huecos en la cansada defensa de los Patriots. Mediado el último cuarto se colocaron al borde de la zona de anotación de New England, pero Warner perdió la posesión del balón al intentar anotar de forma terrestre.

La defensa lo recuperó y anotó, poniendo a los Patriots en una situación muy favorable. Sin embargo, un holding de Willie McGinest a Marshall Faulk invalidó la jugada y dio a los Rams el balón a una yarda de la tierra prometida. Dos jugadas después Warner rompió la defensa de forma terrestre y colocó a los Rams a siete puntos de los Patriots.

La defensa de St. Louis se hizo fuerte ante el conservador ataque de New England, y ya dentro de los dos minutos finales forzó un tres y fuera en las profundidades del ataque rival. Los Patriots realizaron el punt y los Rams, tres jugadas después, anotaron gracias a una conexión entre Warner y Proehl que el receptor transformó en seis puntos. Por tanto, los Patriots recibirían el balón con empate a 17, minuto y medio en el marcador y sin tiempos muertos.

El drive

John Madden, por aquel entonces comentarista de la FOX, dijo en la retransmisión que lo mejor sería clavar rodilla y jugársela en la prórroga. Brady comentó en testimonios posteriores que Charlie Weis, coordinador ofensivo, le dijo que lo intentarían si eran capaces de cuidar la pelota. Según Brady, Bledsoe le agarró de la camiseta y le dijo: "Que le den a eso, sal ahí y lanza".

Brady inauguró la secuencia ofensiva escapando de un sack y conectando con J. R. Redmond en un pase corto. Las dos siguientes jugadas también acabarían en las manos del corredor, que conseguiría salirse del campo en la yarda 41 de los atacantes. Después de un incompleto, Brady encontró a Troy Brown en la zona media de la defensa y la jugada consiguió 23 yardas antes de que el receptor cruzase el límite de la banda. Brady conectó con Jermaine Wiggins para seis yardas y, con siete segundos en el reloj, hizo el spike en la yarda 30 del rival. El equipo de field goal salió al campo.

Adam Vinatieri ya demostró ser absolutamente clave durante la postemporada. En el famoso partido ante Oakland, en plena nevada, empató el partido con una patada de más de cuarenta yardas. Teniendo el cuenta las condiciones y sobre todo el frío —a determinadas temperaturas patear el balón es como golpear un ladrillo—, aquella fue la patada más difícil de la carrera del legendario pateador, según sus propias palabras. La más importante sería la que vendría a continuación.

El momento con el que todo jugador sueña: tener el balón en los últimos segundos para ganar el gran partido. 48 yardas separaban al holder de los postes. Vinatieri tomó la referencia, cogió carrerilla y golpeó el balón. En el pie de Vinatieri iban las esperanzas de una franquicia históricamente olvidada y maltratada en la liga. El sueño de gran parte del noreste de Estados Unidos se encontraba dentro de aquel ovoide que avanzaba, casi a cámara lenta, hacia la zona de gol. Por todo el centro. Los tres puntos subieron al marcador y los New England Patriots se convirtieron, por primera vez en su historia, en campeones de la Super Bowl.

"Sorprendimos al mundo, —comentaba Adam Vinatieri a Robert Kraft en el podio— pero no nos sorprendimos a nosotros mismos". Tom Brady, el quarterback de New England, acabó siendo el MVP del encuentro. Aquella Super Bowl, celebrada en el Louisiana Superdome, acabó siendo el inicio de una dinastía histórica que se mantiene hasta nuestros días. Claro que, por aquel entonces, ni Brady era Brady ni Belichick era Belichick. Al menos no como los conocemos ahora. Pero eso, amigos, ya es otra historia.