El Barça Lassa consiguió clasificarse para la final de la Copa del Rey en un trepidante partido que se decidió en los últimos minutos. Los azulgrana hicieron bueno el resultado de la ida (empate a cuatro), y unas tablas a tres tantos fueron suficientes para que los de Andreu Plaza disputen la final.

El Palau presentaba un buen ambiente para la vuelta de las semifinales. Los azulgranas tenían otra gran oportunidad para deshacerse del líder de la liga en la competición del K.O. y plantarse en la final. Los primeros tres minutos de partido fueron vibrantes y muy bonitos para el espectador neutral.

Inicio trepidante

Los azulgranas avisaron primero, con disparos de Dyego y Ferrao. Por otro lado, los hombres de Jesús Velasco pusieron el miedo en el cuerpo de los aficionados culés con disparos de Rafael Rato y Ortiz, que hicieron trabajar a Paco Sedano.

Para terminar los primeros minutos de locura, Ferrao estuvo a punto de inaugurar la lata con un disparo a la media vuelta, que despejó Herrero. Tras esta ocasión del brasileño, el ritmo del encuentro disminuyó, al mismo tiempo que las ocasiones. Se notaba, y mucho, el respeto mutuo que había entre los dos conjuntos.

Los de Andreu Plaza, por eso, tenían más posesión, y a falta de diez minutos Joselito y Elisandro tuvieron buenas ocasiones. La intensidad seguía alta, y finalmente Solano abrió la lata. Con un gran gesto técnico propio de un pívot, el jugador visitante se regateó a Paco Sedano pisándola con la izquierda y anotando con la derecha.

Tardó poco en llegar la respuesta azulgrana, y Ferrao se sacó un derechazo que salió muy cerca del poste de Herrero. Entre el mismo guardameta y la defensa verde, sacaron bajo palos otro remate del brasileño. Ambos conjuntos se cargaron de faltas, llegando al límite del doble penalti.

Jarro de agua fría

Y a falta de un segundo para el descanso, llegó la peor noticia posible para los azulgranas: Daniel aprovechó un fallo defensivo de los locales para anotar el segundo, que hundía al Barça.

La segunda mitad empezó bien para los de Andreu Plaza. Leo Santana aprovechó un rechace de Herrero, que había tenido que intervenir hasta en tres ocasiones seguidas, para recortar distancias en el luminoso y dejar el pase a la final a tan solo un gol.

Poco después, la afición azulgrana tuvo un susto cuando Ferrao tenía que abandonar la pista con una luxación en el hombro. Poco después volvió a aparecer, recibido con una tremenda ovación por parte del Palau.

La numerosa afición presente en la pista azulgrana no cesaba de animar a su equipo, que veía cerca la clasificación después de un disparo cruzado de Dyego. La tensión del encuentro iba en aumento, y se endurecía el juego, con muchas faltas. Entre esto, Humberto disparó cruzado para intentar sentenciar la eliminatoria.

Leo Santana, incansable durante todo el partido, lo intentaba por tierra, mar y aire, pero no estaba preciso. El Barça tenía en apuros al Inter, pero sin terminar de generar ocasiones muy claras de gol.

A falta de 10 minutos, Ortiz cometió un doble, pero Herrero rechazó el disparo de Rivillos, desperdiciando una buena oportunidad para empatar. Los azulgranas apretaban, y el Inter lo intentaba con disparos lejanos y contraataques, donde Gadeia hizo estirar a Paco Sedano para evitar el tercero.

Agónico final

La bocina final estaba cada vez más cerca, y el nerviosismo iba en aumento. Pero finalmente, a falta de tres minutos, Ferrao anotó el empate a dos que hizo rugir a los aficionados presentes del feudo barcelonista. El brasileño recibió de espaldas y fusiló a Herrero.

Velasco puso el portero jugador, necesitado de un gol para eliminar al FC Barcelona. Pero fue Joao quién sentenció la eliminatoria a falta de un minuto, anotando por la escuadra desde su área aprovechando que no había portero. Daniel empató a falta de 12 segundos en una buena jugada de cinco, pero no hubo tiempo para más.

Los azulgranas se vuelven a colar otra vez en una final de la Copa del Rey después de años de sequía, a la espera de conocer su rival, que vendrá de la eliminatoria entre Jaén y Ríos Renovables Zaragoza.