El instinto goleador de Alexander Ovechkin es único e innegable en la historia moderna de la NHL, y aún mas destacable siendo esta una de las eras menos goleadoras de la mejor liga del mundo y del hockey en general, lo que añade más valor al hito que "Alex" alcanzó esta pasada madrugada en la victoria 3-2 de los Capitals ante otra de las potencias de esta temporada, los Jets de Winnipeg.

Con dos tantos en los primeros dos tercios del partido, Ovechkin materializó con el último de ellos el gol 600 de su carrera y un puesto entre los 20 jugadores que han logrado esta cifra en la máxima liga norteamericana. Es además el cuarto que más rápido lo consigue, en menos de mil partidos (990). Solo superado en precocidad por Gretzky, Lemieux o Hull, auténticas leyendas del hielo de sobra conocidas incluso por el fan ocasional de los deportes en general.

Ovechkin, en su decimosegundo año en la NHL alcanzará "presumiblemente" esos mil partidos justo antes de acabar la temporada regular, y es ahora mismo con 42 goles el principal aspirante a lo que sería, ni más ni menos, que su séptimo trofeo Maurice "Rocket" Richard como máximo goleador y que el año pasado le arrebató la nacida estrella Connor McDavid tras cuatro títulos consecutivos.

Curiosamente, su principal rival por ese honor lo fue también anoche sobre la pista del Capital One Arena en el downtown de "DC" la nueva "predisposición mental asesina" del hockey, Patrik Laine. Con solo 18 años y en su segunda temporada en la liga, el finlandés no se quedó atrás y anotó su diana número 41 que forzaría la prorroga ante unos "Caps" que la decantarían a su favor con el tanto definitivo de Kuznetsov.

El duelo Ovechkin-Laine, con permiso de otros, promete ser absolutamente delicioso en esta recta final de temporada... Y ojalá, durante muchas más.