Los Winnipeg  Jets están teniendo una muy buena temporada ayudados por el estado de forma de Blake Wheeler, los 43 goles del sueco Patrik Laine que es un auténtico jugadorazo para cualquier equipo de la liga y el temporadón que está firmando su portero Connor Hellebuyck que le hace optar al Trofeo Vezina, otorgado al mejor portero de la liga. Pero detrás de estas tres bestias se encuentra Kyle Connor, un rookie que está despuntando en el equipo canadiense.

Así lo demuestran sus 28 goles esta temporada que le sitúan en la segunda posición de la tabla de rookies en cuanto a goles se refiere, justo por detrás de Brock Boeser y debería ser capaz de superarlo, pues el jugador de Vancouver Canucks estará lesionado hasta final de temporada con lo que no podrá disputar ningún partido hasta el octubre. Además debería conseguir liderar la tabla de goleadores ya que el Trofeo Calder le pertenece a Matthew Barzal salvo a sorpresa mayúscula.

Además, el juego que practica Kyle Connor es necesario para la franquicia canadiense, pues su habilidad para encontrar espacios que acaban en ocasiones claras de disparo ha propiciado más de un gol a los jets.

Hasta el capitán y líder del equipo, Blake Wheeler, valoró su gran aportación en las siguientes declaraciones: “Es una de las razones de por qué nos encontramos donde nos en encontramos. Ha aprovechado la oportunidad y ha hecho un gran trabajo”.

Lo curioso del caso de Connor, es que no empezó la temporada en el equipo como si lo hicieron Matthew Barzal, Brock Boeser o Clayton Keller, sino que ha tenido que ganarse la oportunidad, que parecían escasas debidas al exceso de talento ofensivo que posee la franquicia de Manitoba. Pero cuando obtuvo su gran oportunidad tuvo que aprovecharla, y posteriormente se asentó en el equipo.