No estaban resultando unos playoffs emocionantes en su edición de 2018 en la KHL, pero justo en el penúltimo paso, el grandísimo favorito en las apuestas, el SKA de San Petersburgo era apeado de la competición y de manera justa por el CSKA de Moscú. Ahora "el ejército rojo" se enfrentará a un AK Bars Kazán que resolvió su eliminatoria barriendo a su rival el Traktor Chelyabinsk.
AK Bars Kazan 4 - 0 Traktor Chelyabinsk
En el Este, el Bars partía como favorito y lo refrendó solucionando la serie por el camino más corto venciendo los primeros cuatro partidos. Aún así el Traktor no se puede decir que estuvo en la serie solo por participar, resultados muy ajustados en todos los partidos y en gran parte de ellos, el equipo de Chelyabinsk obligó a forzar la máquina para resolver unos marcadores que inicialmente se le pusieron en contra.
La dura eliminatoria disputada por los albinegros en semifinales de conferencia frente a Salavat Yulaev resuelta en el séptimo partido, remontando además un 3 a 2 en la serie les pasó factura en los momentos decisivos frente a un Bars Kazán que venía de dos eliminatorias resueltas por la vía rápida, con lo que sumaba frescura de piernas a la potencia de fuego que tienen de por si, con un Justin Azevedo en racha, 11 partidos ya anotando al menos un punto.
Tras superar el tercer obstáculo, a los hombres de Zinetula Bilyaletdinov, solo les quedaba esperar al equipo que saliera victorioso del "derbi del ejército" que se disputaba en el oeste para preparar la gran final.
SKA San Petersburgo 2 - 4 CSKA Moscú
Pocas quinielas previas a la disputa de los playoffs por la Copa Gagarin 2018 daban un triunfador final diferente del SKA San Petersburgo. El domingo quedaron todas rotas cuando Mijail Grigorenko marcaba en la prórroga del sexto partido en el Palacio de Hielo de Moscú y cerraba la serie a favor del CSKA.
Uno de los factores que han volcado la balanza a favor del equipo de Moscú, ha sido sin duda la actuación estelar de Lars Johansson bajo los tubos, el portero sueco primero como titular en el quinto partido y posteriormente sustituyendo a Ilya Sorokin tras un desastroso inicio en el sexto, no concedió un solo gol y frustrando el potentísimo ataque de los de San Petersburgo.
El cerrojazo de Johansson en el quinto partido de la serie, que llegaba empatada a dos de nuevo a San Petersburgo, ha sido una de las claves de esta serie, haciendo valer el gol de Kirill Kaprisov en los minutos finales del encuentro y trasladando la presión de la eliminación a los que eran grandes favoritos.
El SKA respondió a esa presión en el siguiente partido en Moscú marcando dos goles prácticamente en sus dos primeros tiros a portería, que parecían encarrilar el partido a su favor para llevarla a un séptimo partido en su casa. Igor Nikitin desde el banquillo no vacilaba y Sorokin abandonaba el hielo para dejar su puesto a uno de los héroes de la noche.
A base de paradas de Johansson, los moscovitas se rearmaron y partieron a la búsqueda del empate, que consiguieron en los minutos finales del partido para forzar una prórroga en la que tras otro paradón de Johansson, el CSKA por medio de Grigorenko se llevaba el gato al agua para alborozo de la afición local y de los propios jugadores que lo celebraron conscientes del reto superado.