El tight end de 35 años, podría retirarse después de quince años y unos datos increíbles: 239 partidos, 1.152 catches para lograr un total de 12.448 yardas y 68 touchdowns. Con esas 1.152 recepciones se sitúa el cuarto con más recepciones de la historia por detrás de nombres como Jerry Rice, Tony Gonzales y Larry Fitzgerald. Y es el segundo TE en número de yardas por detrás de Tony Gonzalez. 

Seleccionado once veces como Pro Bowler, es el quinto TE con más touchdowns en la historia de la NFL y el tercero en la historia de los Cowboys. Desde que fue elegido en la tercera ronda del Draft de 2003, Witten ha anotado al menos un touchdown en todas sus temporadas.  

La retirada de Witten supondría que los Dallas perdieran en un año a los tres jugadores que durante mucho tiempo formaron el ataque del equipo. En abril de 2017, Tony Romo anunció oficialmente su retirada, hace unas semanas cortaron a Dez Bryant, y si ahora, la retirada de Witten se hace oficial, supondría el fin a definitivo a una época de los Cowboys.  

Además de lo que podría considerarse un relevo generacional dentro de los Cowboys, está el hecho de que el QB, Dak Prescott, se quedaría huérfano de un receptor principal, ya que entre Dez y Witten acumularon la temporada pasada la mitad de yardas y de touchdowns que lanzo Dak.  

La noticia saltó ayer antes de que se iniciase la segunda ronda del Draft, y para tratar de empezar a mejorar su cuerpo de receptores los de Dallas eligieron a un WR en tercera ronda. Ya se verá si con esto es suficiente para paliar la pérdida de los que han sido la base de su ataque durante tantos años. 

Como se ha dicho anteriormente, el adiós de Witten supondría el adiós a una era en Dallas, los aficionados tendrán que acostumbrarse a las nuevas caras que formen su ataque, que se sumarán a las ya no tan nuevas caras de Elliot y Dak.