Jaén Paraíso Interior volvió a hacer historia en su transcurso dentro de la máxima categoría del futbol sala español. Por primera vez alcanzó las semifinales de playoffs por el título. Y todo gracias a su victoria sobre Osasuna Magna por 2-1 en el tercer partido de la serie. Una serie que ha estado muy igualada entre cuarto y quinto de la liga regular y en la que el factor cancha ha jugado un papel muy importante. Por desgracia, también los árbitros tuvieron un lugar destacado en el partido con una decisión muy comprometida a escasos segundos del final.

Buen partido del equipo de Dani Rodríguez, que hizo más méritos para llevarse el partido, sobre todo en el primer tiempo. En el segundo, la cosa se igualó y la tensión se apoderó de todo. Imanol Arregui adoctrinó a su equipo para que cometiera los menos fallos posibles y lo logró. Sin embargo, eso no le sirvió para poder retar a Movistar en la semifinal.

Dominio amarillo en el inicio

Jaén salió a la pista con la confianza que le dio su victoria en el anterior encuentro, con el que empataron la serie y que les llevó al tercer y definitivo duelo. Magna decidió esperar atrás para poder salir con peligro al contragolpe, pero apenas pudo hacerlo en los primeros veinte minutos. A los navarros les vino bien recuperar a Rafa Usín, que no había podido estar después de que fuera expulsado en Pamplona.

No tardaron en llegar las primeras ocasiones, fruto del buen trabajo de Alan Brandi en el pívot. Asier comenzaba a trabajar duro, aunque Dídac también tenía que responder con manos duras a un zurdazo de Usín al medio de la portería. La entrada de Dani Martín a la pista fue clave y a la primera le hizo un lío a Martil que supuso el 1-0. Gran caño con el que se planta delante de Asier, su remate lo saca el guardameta pero el rechace cae franco para que Mauricio de cabeza la ponga al fondo de la red.

Golpe de efecto a un partido, que ahora si tenía un claro dominador también en el marcador. Burrito fue de los más activos en los locales, a partir de ese momento. Primero obligó al guardameta a estirarse para desbaratar su tiro, y después le presentó un pase muy franco a Carlitos, pero que el pívot no acertó a rematar entre los tres palos. Los jienenses no terminaban de concretar y a la contra fue cazado.

El propio Burrito pierde una pelota innecesaria jugando de último hombre y Araça a la contra empataba el partido con un gran tiro colocado con la zurda. Poco pudo hacer Dídac que estaba más pendiente del pase que del tiro. Osasuna conseguía su cometido: con lo mínimo había hecho un gol. Y en los últimos dos minutos ya nadie quiso jugársela más de la cuenta.

Reacción visitante y protagonismo arbitral

La segunda mitad iba a ser mucho más bonita para el espectador por el número de ocasiones. Los equipos sabían que el siguiente en marcar tendría muchas opciones de llevarse el partido y en ataque eso se notó. También en los porteros que tuvieron que tirar de todo su repertorio para mantener el empate. Sobre todo Dídac, que se vio más acosado que Asier en los compases iniciales.

Martel aguanta la pelota ante el acoso de Boyis | Foto: LNFS
Martel aguanta la pelota ante el acoso de Boyis | Foto: LNFS

La movilidad de Saldise le proporcionó a Magna un arma muy poderosa por la parte izquierda. Él fue el que ayudó a que Araça tuviera un mano a mano que salvaba el guardameta local; lo propio hizo para Usín y también para Eseverri, cuyo disparo pasó lamiendo el palo. En el otro área era Bingyoba el que más peligro entrañaba gracias a su buen entendimiento con Burrito. También Boyis la tuvo con algún disparo directo, aunque sin excesivo peligro.

Los minutos pasaban y la grada que se iba encendiendo cada vez más. Las faltas caían una tras otra para Jaén, lo mismo que las amarillas. La tensión se cortaba con cuchillo y los jugadores se iban calentando cada vez más. Tanto que en un empujón sobre Usín el colegiado lo vio claro e indicó la sexta falta local. Oportunidad de oro para la visita, que desbarató Dídac al disparo de Rafa Usín sobre los diez metros. 

Había sido la oportunidad de los navarros, de la que se iban a acordar. Los minutos pasaban y Asier salvaba con un estirada antológica un derechazo de Mauricio que iba para adentro. Gran jugada del dos local, de los más enchufados de su equipo tanto arriba como abajo. Y cuando todo parecía que se iba a la prórroga llegó la jugada de la que tanto se va a hablar. Eseverri trata de robar la pelota sobre Campoy y cuando lo consigue, éste cae al suelo. No está claro si hay contacto, pero parece mínimo. Sin embargo el colegiado pita la falta. Quedaban dos segundos para el final.

Era la sexta de Magna y doble penalti para Jaén. Decisión valiente desde luego, pero también puede que equivocada. El caso es que La Salobreja estallaba e Imanol y su banquillo que se echaban las manos a la cabeza protestando al colegiado. Cuando pasó la tormenta, Carlitos la puso perfecta en el ángulo para certificar el pase de Jaén.

Como era de esperar, la cosa acabó con los visitantes perdiendo los nervios, en especial Araça, que se encaró frente a frente con el colegiado y que le supuso la expulsión. Pero ya no importaba porque todo había terminado. Después de todo el lio, nadie se olvidó de Eseverri. Este fue el último partido de la gran leyenda de Anaitasuna y que le valió un más que merecido pasillo de sus compañeros y de sus rivales. Incluso el público le reconoció todo lo que ha dado con cánticos en su favor. Jaén era una fiesta.