La historia de los Vegas Golden Knights en esta temporada, es una de la historias más increíbles en las cuatro ligas profesionales más importantes de los Estados Unidos en sus cuatro deportes predilectos. Un equipo de expansión que junto a los Blues en 1967-1968, llega a la final, en este caso por la Copa de Lord Stanley. Desde que se conformó el equipo en el draft de expansión, no muchos veían a Vegas siquiera pasando a la postemporada. Pero jugadores con colmillo y con algo que probar tenían una misión en la campaña inaugural del equipo en la ciudad del pecado.

Gerard Gallant fue despedido de los Florida Panthers y fue el elegido para ser el head coach de los Knights. La familia Malool con muchos negocios en Las Vegas y el empresario Bill Foley, se aventaron el paquete de tener la nueva franquicia de la NHL. El equipo se armó con puntales como Marc-André Fleury, William Karlsson o Jonathan Marchessault. Pero nadie pensaba que elevarían su juego para mandar a Vegas a una temporada de ensueño.

Cuando sonó la chicharra del juego 5 de la Final del Oeste contra los Jets, todos esos jugadores veteranos despreciados por sus equipos, podían gritar al mundo del hockey y decir que jugarán una final de Copa Stanley. Los Golden Misfits, han llegado y quieren ir por todo. A esos Misfits no les importó nunca el 500 a 1 de casas de apuestas en Las Vegas para ganar la Stanley Cup en octubre del año pasado.

El draft de expansión el inicio de todo

Los Knights pudieron tomar un jugador disponible de cada una de las 30 franquicias. Jugadores buenos o promedio que ya no eran necesarios en sus respectivos equipos. Vegas seleccionó a Marc-André Fleury de los Penguins. Un goalie tres veces campeón de Copa Stanley, pero que había perdido protagonismo en su equipo. Siempre el portero, del que se debe fincar un equipo de hockey. James Neal de los Preds, que había sido clave para que Nashville ganara el Oeste, también fue el oro bombazo. 

Marc-André Fleury ha sido un portero con paradas de fantasía, especialmente en estos playoffs. Incluso cuando estuvo fuera parte de la campaña, el goalie novato Malcolm Subban (hermano de P.K.) hizo una buena labor. Fleury con su cuero y stick ha hecho quedar mal a los Penguins al haberse quedado con Murray en lugar de él. 

Los nombres siguieron cayendo como los de William Karlsson, Jonathan Marchessault y Reilly Smith. Los dos primeros buenos jugadores pero sin gran cuota goleadora. Karlsson tuvo 43 goles en la campaña más 35 asistencias (85 puntos); líder goleador del equipo. Karlsson nunca soñó con una cuota goleadora así. Marchessault vino de los Panthers al bajar su producción de hace unas campañas. El centro de primera línea acabó la campaña con 27 goles. Reilly Smith fue el otro Panther que llegó al equipo. Smith con 38 asistencias y 22 goles ha sido esencial. 

En la segunda línea, James Neal ha sido un lujo (44 puntos). El ex alero de los Predators fue de esas difíciles decisiones de los equipos de desprenderse de un jugador por tema del tope salarial. Junto a Neal, Erik Haula llegó del Minnesota Wild. Fuera de su campaña de 2015-2016 con Pominville y Niederreiter, Haula bajó sus números. El finlandés recaló en los Knights. Con Haula como centro, Gallant puso en el wing izquierdo al novato Alex Tuch. Un jugador grande y físico pero que ha sido clave en el estilo de forcheck de los Knights.  

Además de esos jugadores de primera y segunda línea, los veteranos han sido claves. David Perron que venía de los Blues, ha sido un lujo para Gallant en la tercera línea. Perron fue el líder en asistencias del equipo en la campaña y junto a Cody Eakin  y el novato alero Ryan Carpenter, han hecho una sólida tercera línea.  

En la cuarta línea, el equipo ha puesto a dos físicos veteranos como Ryan Reaves (STL) y Pierre-Edouard Bellemare (Flyers). Del lado izquierdo en el ala un novato como Tomas Nosek.  En defensa el equipo se armó con dos veteranos como Brayden McNabb (Kings) y Nate Schmidt de los Caps. El GM George McPhee, que estuvo en los Caps, conocía bien a Schmidt. Dos defensas que pueden pasar de la zona neutral y hacer jugadas en ofensiva. Ambos han sido claves en los goles oportunos de Vegas en la postemporada. 

En segunda línea de defensa, un Deryk Engelland que ha sido un capitán alterno. Shea Theodore de los Ducks con skate galopado en la liga ha sido su perfecto complemento. El suizo Lucas Sbisa fue otro desecho de un equipo (Vancouver Canucks) que ha podido rendir de gran manera. Aún en la tercera línea. 

Equipo con filosofía bien marcada de forecheck e ir all odd man rush

El equipo además de todo, tiene bien marcada su forma de jugar. Mandar el puck a las bardas y presionar al rival para recuperar el puck. Un forecheck agresivo y de allí que sus jugadores con gran habilidad aprovechen para meter goles oportunos. Un buen manejo de la zona neutral y aprovechando los odd man rushes.

Todo esa agresividad en los checks abre los pases desde el trapecio al slot o jugadas donde dejan mal ubicada a la defensiva contraria. Gallant ha impuesto su sello y todos lo han sabido comprender a la perfección. 

Además los breakaway donde han sido letales de manera aún más evidente en los playoffs. Todo ese sistema no sería posible, si no se tuviera un buen portero y una buena defensiva. Ya sabemos que el enfoque en la liga es tapar los carriles de disparo, pero pocos lo han hecho mejor que Vegas en la temporada. 

Con todo eso y más Vegas no ha tenido suerte en su campaña de debut. Es todo parte de un plan bien realizado. El obtener la Copa Stanley sería la gran culminación a una temporada de ensueño. Los Golden Misfits quieren la Copa.