Tras unas intensas eliminatorias previas, Vegas Golden Knights y Washington Capitals se plantaban en la gran final de la Stanley Cup, serie la cuál se empezaría a disputar en el T-Mobile Arena de la ciudad del pecado. Como no podía ser de otra forma, el show previo al inicio del choque de nuevo resoplaba toques épicos por todos lados, cargando las baterías, ya de por sí cargadas, de los aficionados locales que desbordaban los asientos de la arena.

El primer periodo daba comienzo, cogiendo las riendas rápidamente los Golden Knights, promoviendo un forecheck profundo y eficaz, evitando una salida fácil de los Capitals desde su zona. Serían los del estado de Nevada, gracias a una superioridad numérica, los que inaugurarían el luminoso después de un fuerte disparo de Colin Miller. Lejos de frenar el acoso, Vegas continuaría su empuje aunque a mediados del tercio los visitantes empezarían a contrarrestar el juego, logrando dar la vuelta al marcador; Brett Connolly lograría el empate tras desviar con el stick un disparo desde la línea azul, minuto después sería Nicklas Backstrom el que batiría a Marc-Andre Fleury tras finalizar un envoltorio de T.J. Oshie. A falta de un minuto y medio, William Karlsson igualaría el encuentro a dos tras aprovechar un rechazo de las vallas y superar a Braden Holtby. Máxima igualdad y buen hockey al término de los primeros 20 minutos.

Con la reanudación llegaba de nuevo el dominio inicial, fruto de ello los locales se pondrían de nuevo arriba en el luminoso, Reilly Smith recogería un puck suelto ante la portería de Washington y batiría a Holtby. Lejos de venirse abajo, los Capitals empezarían a tener más presencia en el hielo defensivo de Vegas, después de un rechace del meta local, John Carlson igualaría de nuevo el partido, esta vez a tres goles. El juego iría bastante parejo hasta finalizar el segundo acto, aunque los Caps dispondrían de una gran ocasión pero su disparo iría a parar al palo de Fleury (tras desviar este). 40 minutos de un gran nivel de juego, mostrando los dos equipos un gran poder ofensivo y unas ganas tremendas de estrenar palmares para sus respectivas franquicias.

Los últimos 20 minutos daban comienzo, al minuto los capitalinos marcarían su cuarto gol de la noche de la mano del siempre polémico Tom Wilson con la colaboración involuntaria de Fleury, el cuál se acabaría introduciendo la pastilla en su propia portería tras quedarle el puck debajo de las guardas. Sin tiempo para lamerse las heridas, los locales empatarían el envite al aprovechar un disco suelto delante de la portería de Washington, sería Ryan Reaves el encargado de mandarlo a las mallas. El juego continuaba de forma dinámica y muy vibrante, con constantes oportunidades en ambas porterías, una acabarían en dando en el poste y otras serían los guardametas con sus intervenciones los que evitarían los goles. En el ecuador del tercio, Tomas Nosek aprovecharía un gran pase lateral de Shea Theodore para marcar el gol que a la postre sería el definitivo. Llegando a los últimos dos minutos, jugando ya sin portero los Capitals, los Golden Knights por mediación de nuevo de Nosek sentenciarían el partido a falta de dos segundos pero antes habrían sufrido de lo lindo, con una clara ocasión de Eller que no conseguían enviar la pastilla al fondo de las mallas con Fleury ya batido.

Gran primer encuentro correspondiente a la final de la Stanley Cup, con dos conjuntos entregados al máximo, ofensivamente llenos de ideas pero a mejorar defensivamente. El segundo choque de nuevo será en el T-Mobile de Las Vegas dentro de tres días, el miércoles 30 de mayo.