Parece que el pozo en el que se han metido los Canadiens no tiene una salida cercana. A las salidas de Sergachev, Galchenyuk o P.K. Subban por relevos que no han dado el nivel parece que se le suma la posible marcha de su capitán y jugador franquicia Max Pacioretty. La franquicia no parece dispuesta a ofrecerle una extensión de contrato ya que el del center estadounidense finaliza en 2019. Los 4,5 millones de dólares que cobra son uno de los chollos que hay en la NHL, pero los 30 años que cumplirá al fin de su contrato y la más que posible subida de la cifra de su sueldo hace que los Canadiens no se atrevan a renovarle.

Descontento en Montreal con los últimos traspasos

Después del traspaso que llevó a Max Domi a Montreal y llevó a Galchenyuk a Arizona, y el descontento que generó en los aficionados canadienses, la gerencia debe hilar fino para no causar más enfado en sus fans. Pacioretty incluso ha cambiado de representante durante esta pretemporada ante la sospecha de que posiblemente le espere un traspaso durante estos días, así como negociar su contrato el año que viene. La lesión de larga duración de Shea Weber hace que los Canadiens pierdan sus pocas posibilidades de acabar en la parte noble de la conferencia para luchar por alcanzar la postemporada.

Los Canadiens temen que les pueda pasar un caso Tavares como a los Islanders y no llevarse nada a cambio de su marcha. En esa situación se encuentran también los Senators con Erik Karlsson, al que están intentando traspasar desde hace media temporada. Equipos como los Oilers o los Kings con necesidad de puntos y goles han preguntado ya por el coste de Pacioretty, esperando que se convierta en una ganga como ya es habitual cada vez que los Canadiens están metidos de lleno en un traspaso.