Los primeros días de competición ya son suficientes para sacar las primeras conclusiones de la temporada y una de las más sorprendentes es el arranque de los Montreal Canadiens, una franquicia que ni siquiera está en las quinielas para entrar en playoffs. La lesión del nuevo capitán Shea Weber y la debilidad en ataque parecían hace un mes dos problemas muy difíciles de superar y, aunque todavía restan 80 partidos, puede que los Habs tengan algo que decir.

El debut en liga de visitante frente a los Maple Leafs ya dejó muy buenas sensaciones, y no solo por el resultado, si no por el gran juego desplegado ante uno de los principales candidatos de la Stanley Cup. Los diez primeros minutos de ese encuentro fueron un monopolio del equipo de Claude Julien, que se adelantó en el marcador y dominó los lanzamientos por 7-1, un auténtico vendaval. No obstante, se acabó imponiendo la calidad de Toronto, que venció en prórroga por 3-2. En el segundo choque, frente a otro de los favoritos como los Pittsburgh Penguins, Montreal se dio un festín y se llevó los dos puntos por 5-1 en casa de una franquicia que la temporada pasada ganó 30 de sus 41 partidos en el PPG Paints Arena.

Entonces, ¿se puede considerar a los Canadiens como candidato a los playoffs? Esa es la gran pregunta. Quizá, la pregunta más adecuada es, ¿conseguirán mantener este ritmo durante todo el año? Es una gran interrogante. Si bien los dos primeros partidos no determinan una campaña entera, la manera en que los Habs han arrancado da motivos a la esperanza. El ataque funciona, la defensa cumple y es un equipo que va a por todas, no se conforma con nada, es decir, no se relaja en ningún momento de los partidos y busca siempre el próximo gol, sea cual sea el resultado. Si a eso se le añade Carey Price en su mejor forma, entonces si hay motivos para ilusionarse.

“Esto es lo que quería”, señaló Claude Julie tras la victoria en Pittsburgh. “Era importante que no nos dejáramos llevar y les permitiéramos acercarse en el marcador”. Por otro lado, dentro de los varios jugadores –veteranos en su mayoría- que deben ser la pieza clave en este equipo, sobresale Paul Byron, autor de dos tantos en el pabellón de los Penguins y un factor que puede resultar desequilibrante a lo largo de la campaña.

“Es como el coyote y el correcaminos. Es un jugador que desaparece rápidamente y lleva siendo muy bueno desde hace tiempo. Estoy muy contento de haberle podido renovar, es una gran noticia para el equipo, y lleva una letra porque es un gran líder. Es parte importante del equipo”, afirmó Julien sobre Paul. “Es muy consistente, va a jugar así todos los partidos. Crea ocasiones con su velocidad, es uno de los más rápidos de la liga y muy efectivo para nosotros”, remarcó su compañero Brendan Gallagher.

Ahora, la siguiente prueba para los Canadiens es recibir en casa a Los Ángeles Kings en tres días, en lo que será el primero de cuatro partidos consecutivos en el Bell Centre de Montreal.