Atlanta Falcons se enfrentaron en el Monday Night Football, quizás el menos llamativo de la temporada, contra New York Giants, ambos equipos pasan por realidades similares, la victoria les ha sido rechazada en múltiples ocasiones y que están en búsqueda de una victoria urgente que nos los saque de manera precipitada de pretemporada. 

Eli Manning sigue sin retomar ese nivel que lo llevó a consagrarse dos veces del Super Bowl ante los Patriotas de New England; por su parte Matt Ryan se apaga poco a poco después de haber perdido esa final para la historia cuando Brady y compañía les remontaron el partido. 

Al final del camino uno de los graves errores que pudo haber hecho los Giants fue darle un contrato millonario a Odell Beckham Jr., cuando ha sido un jugador inconstante tanto por lesiones como en su búsqueda de retomar su nivel.

Sin daños

La localía se tenía que hacer pesar y fue por eso que durante su primera serie ofensiva trataron de jugarse el todo por el todo, sin embargo los Falcons no entregaron el balón y le entregaron una oportunidad de oro a los Giants que no pudieron capitalizar

El primer cuarto fue muestra de una de las grandes carencias de estos equipos y es su falta de contundencia en la ofensiva, las pocas opciones que tiene Manning en sus posesiones lo conlleva a deshacerse rápido del balón y no puede ser posible que una ofensiva dependa tanto de lo que haga un jugador como Beckham

Por su parte Matt Ryan y compañía deben de hacer algo con sus intentos de acercarse y no concretar las jugadas, en las últimas semanas esto ha sido el factor que les ha quitado la victoria.

Se quitan la pereza

Tras un cuarto y medio el partido se encontraba bajo lo previste, un encuentro con pocas emociones, pocas jugadas, un futbol demasiado pobre. Hasta que Matt Ryan por una jugada comenzó a mover el tablero tras una recepción de Marvin Hill de 47 yardas que le dio a los aficionados la primera alegría del partido.

Los Giants no tardaron en responder, con un field goal que medio los metía en el encuentro. Sin embargo, Atlanta lo respondería de la misma manera y cerrarían la primera mitad con un marcado de 10-3 a favor de los de casa.

Giants se acercan, pero...

El tercer cuarto fue una similitud al primero, defensivas presionando fuertemente, aferrándose a que el ovoide no llegara a las diagonales y muestra de eso fue la primera oportunidad que tuvo Manning para empatar el encuentro y se quedó sorpresivamente a una yarda debido a la gran cobertura ofensiva de Atlanta.

Matt Ryan estaba desaparecido y al menos va a ser una imagen que se va a ver constantemente en esta temporada, sus posesiones de balón fuero rápidas, no podía frotar la lámpara para sacar alguna genialidad y mucho menos llegaba a hacer efectivo cuando su línea ofensiva le daba el tiempo suficiente para hacer una buena jugada. Por lo que Maning trataba de aprovechar pero solo podía posicionar el ovoide para que Aldrick Rosas hiciera los goles de campo.

Solo venían a un jugar un cuarto

Nunca sabremos que fue lo que le paso a ambas ofensivas, pero despertaron de manera sorprendente, que lograron desquitarse todo lo que pudieron hacer en los tres cuarto anteriores. Llegaban a zona roja, concretaban con field goals, hubo tres touchdowns, lo que se hubiera esperado que hicieran durante todo el partido.

Al final los Giants intentaron llevarse la victoria en casa, después de todo un partido en la que se pasaron abajo del marcador por dos series ofensivas, lograron llegar con esperanzas en los últimos minutos a solo estar a tres puntos de empatar el partido. Sin embargo, su última serie les quito las esperanzas y el buen manejo de reloj de Atlanta, los llevó a ganar el encuentro con una formación victoria.

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