En la presente temporada el gran delantero Jaromir Jagr ha dejado la NHL para jugar en el equipo de su Chequia natal. Jagr era el último de una generación de jugadores europeos que además de destacar en sus equipos en la mejor liga de Hockey del mundo, brillaron de manera especial en los juegos olímpicos de invierno de  Nagano en 1998, los primeros juegos en los que la NHL permitió que participaran los jugadores que militaban en esta competición.

Página de oro para el hockey checo en 1998

Entre estos jugadores podemos destacar a Dominik Hašek uno de los mejores porteros de todos los tiempos, ganador de la Stanley cup con los Red Wings de Detroit, y uno de los principales responsables (si no el principal) de que Wayne Gretzky, el mejor jugador de hockey sobre hielo de la historia se quedase sin medalla en la que fue su única participación en unos juegos olímpicos. Gretzky y el elenco de estrellas que formaban el que probablemente fuese el mejor equipo de la historia de Canadá, se volvieron a casa derrotados por jugadores como los mencionados Hašek, Jagr, y otro de los destacados de la selección checa, el Ala izquierda Martin Ručínský, que militó en equipos de la NHL durante 16 temporadas.

Jagr era una de las grandes estrellas del torneo olímpico de 1998, estatus que había logrado en la NHL Estos jugadores, que en el vigésimo aniversario de los juegos olímpicos son recordados como héroes, derrotaron en la final al equipo de Rusia, en el que destacaban jugadores como el defensa Sergei Fedorov, compañero de Hašek en los Red Wings, o el ala derecha Pavel Bure, miembro del Hall of Fame desde el año 2012. Otro de los grandes equipos de aquella olimpiada fue el de Finlandia, que frustró definitivamente las aspiraciones de los canadienses de llevarse una medalla. En este gran grupo de jugadores finlandeses destacaba su temida línea de ataque formada por Saku Koivu, Teemu  Selänne, Jere Lehtinen, y el gran Teemu  Selänne, miembro del Hall of Fame desde 2017 y que llevó a los Anaheim Ducks a conquistar su único título de la Stanley Cup en 2007. 

Transcurridos 20 años de aquellas olimpiadas, no queda en activo ninguno de esos grandes jugadores, que son sin duda el espejo en el que se estarán mirando los jugadores europeos de la nueva generación como el checo David Pastrnak al que se le da el sobrenombre de “el nuevo Jagr”, el finlandés Patrik Laine, o la nueva promesa de los Vancouver Canucks, el sueco Elias Petterson.