Estados Unidos es un país poco arraigado a las tradiciones, no como en Europa. Quizás sea por su corta historia, existente desde el siglo XVIII como país tras una guerra de independencia contra el ejército británico; o quizás tenga más que ver con su propia cultura, más preocupada por vivir en el presente que atascarse en el pasado y las tradiciones. Sin embargo, realizando un exhaustivo estudio, se pueden encontrar símbolos, bailes, canciones... cualquier tipo de manifestación cultural que se convierten en un hábito que todo el país conoce.

Para centrarse en la historia hay que viajar a la colonia original, al primer punto en el continente americano en el que los ingleses se instalaron, el estado de Virginia, en el este americano. Este territorio no es de los más conocidos de todo Estados Unidos, a pesar de la gran cantidad de elementos famosos que se encuentran en el territorio del estado, como el Pentágono, Quantico, Langley o el cementerio de Arlington, algo que comúnmente se relaciona con Washington D.C., pero que pertenece a Virginia ya que el distrito de Columbia tan solo engloba la propia ciudad capitalina. Todas las sedes de organizaciones gubernamentales, como el FBI o la CIA, se encuentran en Virginia, uno de los estados que rodea el hogar del presidente junto a Maryland, aunque la colonia original también tiene fama por otros factores, como las antiguas plantaciones de tabaco (razón por la que los ingleses se establecieron en el estado) o las universidades, especialmente la Universidad de Virginia en la que estudió Edgar Alan Poe o el Instituto Politécnico y Universidad estatal de Virginia, o como es más conocido, Virginia Tech.

Mosaico realizado en 2016 en Lane Stadium | Imagen: Virginia Tech
Mosaico realizado en 2016 en Lane Stadium | Imagen: Virginia Tech

Un ambiente singular

Localizada en pleno corazón del valle de las Blue Ridge Mountains, en el sur de Virginia, se encuentra Blacksburg, un pueblo de apenas 35.000 habitantes y que sirve de hogar de la universidad de Virginia Tech. La localidad está totalmente entregada a la institución académica, en todos los negocios se pueden observar fotografías, camisetas o hasta esculturas con temática de la universidad, aprovechando sus colores característicos, el granate y el naranja, o la mascota, un pavo al que en vez de llamársele Turkey (denominación común del animal) se le apoda Hokie, como así se conoce a todos los equipos atléticos de Virginia Tech y sus estudiantes. En un estado carente de deporte profesional, sin franquicias de la NFL, NBA, MLS, MLB o NHL (las cinco principales ligas de fútbol americano, baloncesto, fútbol, béisbol o hockey respectivamente), los aficionados al deporte de Virginia y alrededores se identifican con los equipos universitarios, especialmente de los de UVA (Universidad de Virginia) y VT (Virginia Tech). A cada partido de los Hokies acude un gran número de personas, llenando un estadio como el de Lane Stadium, con capacidad para más de 66.000 espectadores y que con cada partido de fútbol americano presenta una entrada de más del 90% (a excepción de los que coincidan con alguna fiesta como la de Acción de Gracias, en la que los estudiantes regresan a sus casas). Sin embargo, una gran parte de la ocupación no la comprenden los alumnos de la universidad, sino público general de la zona que paga sus 300 dólares que cuesta el abono para ver apenas ocho partidos de temporada regular.

Los jugadores celebrando un 'touchdown' | Imagen: Virginia Tech
Los jugadores celebrando un 'touchdown' | Imagen: Virginia Tech

Exit light, enter night

Virginia Tech es especialmente famosa por su equipo de fútbol americano, al contrario que la Universidad de Virginia, centrada principalmente en el baloncesto; pero todo el mundo que ha oído hablar de los Hokies conoce una de las tradiciones más especiales del país y que tiene lugar en cada partido jugado en la universidad, especialmente los de fútbol americano. En el año 2000 se introdujo el video-marcador en el fondo norte, por lo que se decidió escoger una canción de la famosa banda de trash-metal Metallica para dar entrada a los jugadores sobre el césped de Lane Stadium, siendo Enter Sandman el tema elegido. Más adelante comenzó la tradición real, en una fría noche virginiana en la que los componentes de la banda de música empezaron a dar saltos en el propio sitio para ganar calor, algo que vio el público y que gustó entre los asistentes, que comenzaron a realizar la misma acción, provocando que miles de personas saltasen al mismo tiempo durante los compases de la canción. Con los años se ha ido mejorando, creando a día de hoy un ambiente espectacular en el que todo está medido a la perfección, hasta la salida del túnel de vestuarios coincidiendo con la subida de tono de la melodía o los fuegos artificiales utilizados siempre que el partido tiene lugar por la noche.

En la actualidad, los medios de comunicación oficiales de la universidad, especialmente su Twitter, se centran en la canción para crear el ambiente ya en los días previos a los partidos con mensajes de todo tipo. Uno de los más utilizados es la estrofa que más alto se canta en el estadio: Exit light, enter night, que a día de hoy también se puede ver en rótulos por todo el estadio y es de las frases más reconocidas por cualquier fan o estudiante de Virginia Tech. Además, los periodistas de las cadenas más importantes del país, como ESPN, utilizan la oración siempre que retransmiten un partido de la universidad en directo para anunciar que van a dar paso a la entrada, algo que no siempre se ve en televisión, pero que en Virginia Tech siempre es especial. Esta misma temporada se puede observar la repercusión que tiene esta tradición, ya que en los instantes previos al encuentro que enfrentaba a los Hokies a la Universidad de Notre Dame, la propia banda compositora de Enter Sandman, Metallica, apareció en el video-marcador lanzando un mensaje de ánimo a la Hokie Nation y deseándoles suerte en un partido que posteriormente perderían ante el sexto mejor equipo del país.

Fuegos artificiales sobre Lane Stadium | Imagen: Virginia Tech
Fuegos artificiales sobre Lane Stadium | Imagen: Virginia Tech

Finalmente, algo que habla mucho de cómo se vive esta tradición entre los estudiantes de la universidad, es uno de los hechos más sorprendentes realizados por el público de Lane Stadium. Hasta en cuatro ocasiones diferentes, los saltos realizados durante Enter Sandman provocaron actividad sísmica, es decir, un pequeño terremoto. Esos partidos se jugaron ante los Miami Hurricanes (2011 y 2016), Ohio State (2015) y los Clemson Tigers (2017). Es importante destacar que en total ha habido siete "earthquake games", o partidos de fútbol americano en los que se han producido terremotos por el público, y más de la mitad de ellos han sido en Blacksburg, Virginia.

Sin lugar a dudas, en un país con pocas tradiciones siempre es agradable encontrar sitios y gente a la que le parecen importantes, algo muy presente en Virginia Tech.