Tras un comienzo bastante bueno para los Anaheim Ducks, los de Randy Carlyle acumulan ya una preocupante racha negativa de once encuentros sin conocer la victoria y los aficionados de los Ducks, lógicamente, están descontentos con el rendimiento de su equipo. Un fan comentaba a la salida del Honda Center en el último encontrado disputado en casa: “Hemos sido pacientes, esperando las respuestas de la oficina. Los problemas son claros y, hasta ahora, no hemos visto ningún esfuerzo evidente por hacer un cambio”. Durante treinta días no han sumado más que cuatro puntos, producto de haber llegado a la prórroga, pero habiendo salido derrotados, igualmente.

Los Ducks, con un bagaje de 19-18-9, que suman 47 puntos, no ganan desde el 17 de diciembre, acumulando once derrotas consecutivas, cuatro de ellas en el tiempo extra y habiendo encajado 43 goles, por 25 goles a favor. Cuando comenzó la racha negativa, los de Anaheim eran terceros en la División del Pacífico, a sólo tres puntos del primer lugar. Actualmente, los Ducks están en una franja de tres puntos de distancia con Minnesota, Edmonton y Vancouver por la segunda wild card del Oeste, que da el último acceso a los playoffs, y se sitúan a 15 puntos del primer puesto de la División.

Una de las cualidades negativas de tener a Bob Murray como Gerente General de los Anaheim Ducks es su tendencia a ser estricto. Sin embargo, once derrotas más tarde, finalmente ha roto el silencio. En teoría, el asiento del entrenador Randy Carlyle no podría estar más caliente. Pero su gerente general dijo que el trabajo de Carlyle es seguro, por ahora. "Si bien no es mi preferencia hacer comentarios sobre este tema durante la temporada, nuestro juego reciente ha generado muchas preguntas. Nuestros hinchas están frustrados, con razón, y merecen una respuesta de mi parte", dijo el gerente general de Anaheim, Bob Murray, en un comunicado el domingo tras la derrota por 4-3 de los Ducks en Winnipeg.

Además, Murray añadía: "En este momento, no estoy considerando un cambio de entrenador. Estoy más centrado en nuestros jugadores, específicamente con quién va a mejorar en esta situación. La forma en que jugamos esta noche fue un paso en la dirección correcta, pero necesitamos mucho, mucho más. Tenemos expectativas más altas para este grupo, y ellos deben esperar más de ellos mismos".

Las estadísticas reflejan la realidad. Anaheim ha estado colgando de un hilo durante la mayor parte de la temporada. Es el segundo peor equipo ofensivo de la liga con 2.37 goles por partido y el cuarto peor en el porcentaje de intentos de tiro con 47.32%. El guardameta, John Gibson, los había mantenido casi solos en la pelea, con un porcentaje de paradas de 0.920 en 38 partidos y 14.05 goles encajados por encima del promedio.

Estas deficiencias y su actual racha de derrotas parecen significar el final para Carlyle, quien está en el último año de su contrato. Se le preguntó sobre su estado después de la derrota de los Patos ante Pittsburgh el viernes por la noche. Dijo Carlyle, a la periodista, antes de irrumpir: "¿Qué quieres decir? ¿Qué estás tratando de decir? ... No hagas la pregunta que vas a hacerme".

Superado el ecuador del campeonato, ¿podrán los de Anaheim revertir esta mala situación en la que se encuentran? ¿sabrá Carlyle dar con la tecla correcta que permita remontar el vuelo a los Ducks? El club californiano se agarra a un clavo ardiendo para lograr un objetivo que no es otro que el conseguir una plaza para el playoff. En la noche del jueves, se verá si hay un resurgir; próxima parada: Minnesota.