A nadie o a casi nadie le ha podido pillar por sorpresa el anuncio que este pasado jueves realizaron los Calgary Flames. En él se especifica que el día dos de marzo habrá una ceremonia previa al partido contra los Minnesota Wild, en la cual se llevará a cabo el acto de retirada de la camiseta con el número doce que siempre portó en sus partidos con los Flames.

Emocionado ante su homenaje

Iginla no pudo ocultar su emoción ante su inminente homenaje, lo hizo este jueves en la web de los Flames: “Es un gran honor, emocionante y, para ser honesto, un poco surrealista. Estoy extremadamente  agradecido a la propiedad y organización de los Flames por otorgarme este tributo a mí y a mi familia”.

“Estoy ansioso por hacerlo, pero no estoy seguro de saber manejar mis emociones. Obviamente estoy muy emocionado, sobre todo por mis hijos a los que les encanta el hockey. Tenerlos allí, junto con toda mi familia y los aficionados, harán de ese día el más especial”.

Iginla, números de leyenda

Jarome Iginla es sin duda alguna el mejor jugador en la historia de los Calgary Flames, sus números así lo acreditan. Y es que el nacido en Edmonton, ha jugado 16 años vistiendo la camiseta de los Flames, ahí es nada. En esos años disputó 1219 partidos en los que marcó 525 goles para un total de 1095 puntos. Esas cifras aumentan, ya que antes de su retirada pasó por otros equipos como Colorado, Pittsburgh o Los Ángeles.

Además, Iginla fue durante once temporadas consecutivas máximo anotador del equipo. En 2003 se llevó el trofeo Rocket Richard Trophy como máximo goleador de la temporada, y también el Art Ross, que se otorga al que más puntos logra. En ese mismo 2003, Iginla llevaría a los Flames a la final de la Stanley por primera vez desde el año 89, final que acabarían perdiendo ante Tampa.

Por otra parte, también estuvo seis años disputando el partido del All-Star de la NHL y nombrado tres años mejor jugador de la competición. Ganó el premio Ted Lindsay en 2002  como el jugador más destacado de la NHL. Fuera de la estricta competición también logró importantes reconocimientos, como el premio de la Fundación NHL que se otorga al que mejor ejemplifica los valores del hockey: compromiso, perseverancia y trabajo en equipo.

Por último, recibió en 2004 el premio Mark Messier que ejemplifica el liderazgo dentro y fuera del hielo. Como se puede observar, unos números increíbles para un jugador de leyenda.