El conjunto cordobés sumó una nueva derrota como local ante un BM Sinfín que partía como favorito. El resultado acabó muy ajustado entre ambos equipos aunque fueron los cántabros quienes se llevaron la victoria.

Intervenciones certeras de ambos guardametas, incorrectas decisiones en los lanzamientos e infructuosas maniobras ofensivas provocaron que los primeros ataques del partido devinieran en estériles. Una parálisis productora anulada por un gol indeleble y perpetuo. Rudovic, superlativo en el acto inicial al registrar siete dianas, conseguía un tanto que redondeaba el millar de aciertos en Liga Asobal.

Las facilidades en la retaguardia del cuadro de Julián Ruiz y el pertinaz atasco en el área del Blendio Sinfín posibilitaron al cuadro de Reñones establecer una ventaja de cuatro goles (1-5, minuto 6). Esta significativa renta desfavorable forzó a Ruiz a solicitar un tiempo de muerto. Este lapso generó instantes de tensión entre los locales, escenificados en una acalorada discusión entre el preparador cántabro y Juanlu Moyano, que nunca más regresó a la pista.

El Ángel Ximénez transitó durante ocho minutos sin batir a Samuel Ibáñez. El plantel santanderino sostenía, consistentemente, la hegemonía del choque y únicamente la fiabilidad de Álvaro de Hita y la solvencia de Rudovic mantenían al Ximénez.

Acciones individuales y contragolpes favorecieron la disminución del crédito visitante (5-6, min.16). El Ángel Ximénez, difuso, frágil e intermitente en el primer cuarto de hora, mutó en una escuadra asociativa, firme y dinámica. El sexto de Rudovic propició el primer tanteo favorable para los suyos (8-7, min.22) y Sergio Barros dobló el margen. Una diferencia, amenazada por Torriko, el efectivo más resolutivo del Sinfín, aunque estabilizada hasta el intermedio.

El segundo tiempo arrancaba entre la obtención de goles recíprocos, tendencia derivada de un equilibrio patente. El Ángel Ximénez y el Sinfín igualaron los niveles de intensidad y exhibían semejante pericia y celeridad en las transiciones con el esférico.

El partido, trepidante y vistoso, multiplicó su emoción y la competitividad. Cualquier mínimo detalle adquiría una trascendencia determinante y el Blendio Sinfín explotó la desatención del Ángel Ximénez a la zona central y Herrero Lon, ejerciendo de pivote, obtuvo tres goles en solo ocho minutos.

Un pronunciamiento de Postigo devolvió la autoridad al Sinfín (16-17, min.38) y dos operaciones efectivas de Solá y Vallés triplicaron la distancia (19-22, min.45). El Ángel Ximénez se manifestaba más irregular en ataque y permitía más contraataques de su rival, eventualidades que precedieron otro tiempo muerto de Julián Ruiz.

Ruiz impulsó una defensa adelantada y mixta de su equipo, en la fase determinante, mientras otro tanto más de Vallés –hizo seis en el segundo tiempo- aumentó a cuatro unidades la separación (22-26, min.55). Las ligeras aproximaciones del Ángel Ximénez resultaron insuficientes y el Sinfín, por una única anotación, festejó la victoria.