La noticia no era el qué, si no el cuándo, Tampa Bay Lightning está realizando la temporada más redonda entre los 31 equipos participantes de la NHL y eso le ha valido ser los primeros que alcanzan uno de los 16 puestos que permiten luchar por el máximo objetivo, la Stanley Cup. Sin necesidad de jugar, la inesperada y dura derrota de Montreal en Anaheim les ha traído el premio.
Con el prefacio de igualar el récord NHL del ser el equipo que con menos partidos ha alcanzado las 50 victorias al conseguirlo en los mismos 66 partidos con que lo hicieron los Detroit Red Wings de 1995-96, los hombres de Jon Cooper refrendan con esta temprana clasificación la gran temporada que están realizando.
Números espectaculares en lo colectivo, lideran su división de manera brutal con 15 puntos de ventaja sobre el segundo, líderes prácticamente de todos los power rankings de los medios especializados, incluido el de NHL VAVEL, máximos anotadores de la liga y tercer equipo menos goleado e imperiales en equipos especiales liderando los porcentajes de eficacia tanto en superioridad como inferioridad numérica.
Pero esos espectaculares resultados colectivos son la suma de actuaciones individuales brillantes, rara es la elección de estrellas semanal o mensual en la que no figura un miembro de los Bolts, Nikita Kucherov, Brayden Point y Steven Stamkos figuran entre los 20 primeros anotadores y goleadores de la liga, y en el otro extremo del hielo, bajo los tubos los números de Andrei Vasilevskiy también brillan con su liderato en el porcentaje de paradas (0,931) y sus cinco cerrojazos que son la segunda mejor marca de la liga a día de hoy.
Su siguiente meta, antes de emprender el gran camino de la postemporada, el Trofeo de los Presidentes que premia al equipo que más puntos suma en la liga regular. Una meta que visto lo visto, es también solo cuestión de tiempo.