Los Dolphins completaron otra temporada mediocre sin pase a playoffs, sin embargo parecía el proyecto Adam Gase se iba mantener, pero, al final, los Delfines decidieron subirse al carrusel de los equipos que despidieron a sus head coach y le dieron las gracias a Gase, dando inicio a otra reconstrucción en Miami.

Para 2019, Brian Flores, el excoordinador defensivo de los Patriots, asumió el cargo como entrenador en jefe y todo apunta a que harán un reinicio importante en la franquicia.

Además de la determinación de contratar a Flores, la decisión más importante de la Gerente General, Chris Grier, para la reconstrucción de la franquicia fue depurar el plantel. Durante los primeros meses del año, Grier se encargó de limpiar los problemas de tope salarial. Fueron varios años en los que Miami gastó millones en agentes libres que no han sido la solución para el equipo. Esta limpieza ha llevado a jugadores como Ryan Tannehill, Cameron Wake, Frank Gore, Robert Quinn, Danny Amendola, Ja’Wuan James y Andre Branch a ser liberados, intercambiados o firmando con otro equipo en la agencia libre. También se comenta que la gerencia de Miami está intentado canjear al profundo de 31 años, Reshad Jones cuyo salario anual asciende a los 17 millones de dolares (es el jugador mejor pago de la institución)

Esta resolución ha creado muchos hoyos en ambos sector del campo del juego (ofensiva y defensivamente) que deben ser llenados en los próximos drafts.

El próximo draft a efectuarse entre el 25 y 27 de abril de este año en Nashville, Tennessee y el que va a realizar el año 2020 en la ciudad de Las Vegas son fundamentales para que la reconstrucción de los Dolphins sea fructifera.

Miami tiene 19 selecciones en los próximos dos años. El Draft de 2019 probablemente será un draft de muchas selecciones de lineros para el equipo, aprovechando una clase profunda de prospectos que hay en línea de golpeo. Si bien habrá tentación de moverse y agarrar a un jugador llamativo, este año podría centrarse principalmente en líneas ofensivas y defensivas, así como en intercambiar posiciones para agregar más selecciones de draft en 2020.

La línea defensiva es el mayor problema de la franquicia y el lugar donde debe reforzarse antes que cualquier otra posición. El año anterior realizó un paupérrimo trabajo, ejerció poca presión sobre el mariscal rival y la cantidad de embolsadas fueron escasas.  Asimismo, su actuación con respecto a la cobertura del ataque terrestre también fue muy mala (fue la segunda peor de la NFL al permitir más de 145 yardas por juego). Por estas razones, Miami necesita desesperadamente adquirir jugadores de gran calidad en ese sector de la cancha

Al comenzar la temporada baja de 2019, los Miami Dolphins optaron por dejar que Cameron Wake fuera a Tennessee. Lanzaron a Andre Branch, y cambiaron a Robert Quinn Dallas. No quedan muchos defensive end en el roster y solamente Charles Harris es un jugador de buen calibre.

Brian Flores cree que Harris puede manejar el esquema que se está implementando. Si puede sacar algo de este jugador, sería la primera vez desde que fue reclutado en la primera ronda. Harris ahora es el único pass rusher  titular incuestionable.

Charles Harris, el único linero defensivo aceptable que queda en la franquicia (foto Dolphins.com)
Charles Harris, el único linero defensivo aceptable que queda en la franquicia (foto Dolphins.com)

Es muy claro que los Dolphins necesitan más alas defensivas. Independientemente del esquema defensivo que determine el coordinador defensivo Patrick Graham, están urgidos de draftear cazadores de mariscales

El draft de 2019 tiene excelentes próspectos en cuanto a los lineros defensivos, es más se prevé que en la primera ronda por lo menos 6 jugadores de esta posición podrían ser elegidos. Miami se encuentra en una posición privilegiada para reclutar un ala defensiva ya que se encuentra en la 13ª posición.

Los Dolphins tienen muchos agujeros en su roster, pero la defensive end es una necesidad evidente que se debe abordar más temprano que tarde.

La línea ofensiva es otro gran problema de Miami. La baja de Josh Sitton y Ja’Wuan James a principio de mes hace imperioso que deban traer un jugador joven de calidad que puede darle mucha protección al mariscal de campo (en la temporada anterior sufrieron un promedio de más de 3 embolsadas por juego) y abrir agujeros para que los corredores se puedan escapar

La posición de linebackers es otra que Miami debe reforzarse de manera urgente. La franquicia del estado de la Florida fue uno de los equipos que más yardas terrestres han permitido (solo Arizona Cardinals, el peor equipo de la NFL aceptaba más yardas terrestre que Miami).  Raekwon Mcmillan ha efectuado una buena temporada en su debut en la NFL (el 2017 no lo pudo disputar por lesión) pero Kiko Alonso ha recibido muchas críticas por desacertadas coberturas y su poca lectura de juego.

Otra posición donde tienen un gran déficit y a su vez la que genera más interrogante sobre lo que debe realizar Miami en esta draft, es la posición de mariscal de campo. Los Dolphins no han ocultado su urgente necesidad de un mariscal de campo pero tampoco quieren tomar decisiones apresuradas

Poco después de la salida de Tannehill, Miami firmó por dos años al veterano mariscal Ryan Fitzpatrick. Si bien, la incorporación de este mariscal no es una solución a mediano y largo plazo, “Fitzmagic” como suelen llamarlo, gracias a sus 11 en la NFL, puede servir como quarterback puente para el futuro mariscal de campo de los Dolphins.

Sin embargo, los Dolphins no están priorizando su urgente necesidad de contar con un mariscal de campo. Tanto Grier como el propietario, Stephen Ross, dijeron la semana pasada que los Dolphins podrían elegir uno en el draft de este año, pero si no aparece el jugador adecuado, entonces se centrarán en conseguir uno en 2020.

Los Dolphins deben ser muy inteligentes y deben seleccionar jugadores con calidad que puedan cubrir los grandes e importantes huecos que actualmente posee la franquicia. De poder salir del Draft de 2019 con un grupo sólido de jugadores, no va a ser necesario que utilicen un pick de este año en un mariscal de campo. Con la gran cantidad de selecciones que Miami tiene en 2020, los Dolphins podrían estar en posición de avanzar en el draft si así lo necesitan, para agarrar al mariscal de campo que quieren.

Además, para potenciar esa decisión, se sabe que la clase 2020 de mariscales universitarios es muchísimo mejor que la de 2019. En contrapartida a esto, en este año hay excelentes lineros defensivos y ofensivos (ubicaciones donde los Dolphins tienen grandes problemas en la actualidad), situación que posiblemente no ocurra en el draft de la temporada 2020 y por ende deben seleccionados si o si en Nashville.