Pese al sueño que están viviendo en Las Vegas con los meritorios dos primeros años de existencia de los Golden Knights en la NHL, parece que el equipo del estado de Nevada no ha dejado solo un huevo en su cesta y también se ha preparado para un futuro no tan lejano.

Después de que los Knights llegasen a la final de la Stanley Cup en su primer año en la NHL, este año ha sido el turno de su filial de la AHL, que está disputando la final de la Calder Cup contra Charlotte. Pese a que el objetivo principal de la AHL es el desarrollo de los jugadores para que estén preparados una vez llegue su oportunidad en la NHL, para este equipo también sería un impulso muy importante conseguir esta copa.

Dos miembros del draft de 2017 están teniendo un rol muy importante dentro del equipo. El defensa Nic Hague, pick de segunda ronda con el número 34, ha jugado muchos minutos y ha conseguida 13 goles y 19 asistencias en la temporada regular. Durante estos playoffs ha sumado 10 puntos en los 19 partidos que ha disputado hasta el momento.

El delantero Cody Glass, una de las mayores esperanzas de futuro en el organigrama de Vegas, se unió a Chicago una vez terminó su temporada con su equipo de la WHL. El jugador de 20 años, quien únicamente disputó seis partidos de liga regular, acumula 14 puntos (seis goles y ocho asistencias) en la postemporada, y tuvo un papel decisivo en el segundo partido de las finales con dos asistencias.

El presidente de operaciones de Las Vegas Golden Knights George McPhee tiene un papel fundamental en el buen funcionamiento del filial, ya que ha instaurado el mismo modelo que el que siguió durante sus temporadas como MG de los Washington Capitals. Hershey, filial de los Caps, ganó tres veces la Calder Cup y sacó a la luz a jugadores sin mucho recorrido como Holtby, Carlson o Tom Wilson. De hecho, Washington contó con 14 ex jugadores del filial de la AHL durante su travesía camino a la Stanley Cup durante el año pasado.